viernes, 11 de febrero de 2011

¿TU PAREJA HAY VECES TE ASFIXIA? CREA TUS PROPIOS ESPACIOS

Si dejas que te asedie por mucho tiempo llegarás a cansarte de tu pareja. Lo mejor es tener confianza, asertividad y empatía para hacerle saber que su actitud te hace infeliz.
“Conocí a Carlos hace un par de meses, pero siento que ya son años compartidos o al menos eso me ha hecho sentir. Cada día me envía un mensaje al despertar, tipo 7.00, deseándome un lindo día. Sé que es romántico, pero luego llego a mi oficina y tengo un mensaje similar en el mail... y otro en Facebook. Se ha hecho muy amigo de mis padres y sabe las vidas de mis amigos. Me llama todo el tiempo, me pregunta qué hago, qué voy a hacer, con quién y si puede ir... siempre con mucho afecto... pero, la verdad, me está ahogando. Me siento una malagradecida, siempre quise un amor así, pero necesito mi propio espacio”, comenta Micaela R., de 27 años.
¿Dónde estás? ¿A qué hora regresas? ¿Voy a recogerte ya? ¿Con quién hablabas? ¿A qué se debe esa alegría? ¿Por qué vistes así? ¿Por qué yo no lo sabía? Si estas preguntas repican demasiado en tu cabeza y vienen de tu media naranja, no sólo es que se preocupa mucho por ti, al parecer desea tener algún control en tu vida que no siempre estás dispuesto o dispuesta a aceptar.
“Cuando el control, el asedio y el ser invasivo rompe con los espacios de alguno de los miembros de la pareja y sale de las fronteras de lo que es racional, funcional y positivo, podríamos estar frente a un par disfuncional”, asegura la psicóloga Tatiana Jáuregui.
Si sientes que tu pareja te asfixia y no encuentras los espacios propios para tu individualidad es hora de que hables y le digas que así no eres feliz. Eso sí, debes encontrar el momento propicio para abordar el tema y transmitir el mensaje sin herir susceptibilidades, pero de ninguna manera dejes pasar estas actitudes, pues podrían acumularse y convertirse en huellas que tardan en desaparecer, asegura la psicóloga. De no tratarse el tema a tiempo, puede convertirse en una costumbre y, a la larga, en irreversible. “En esto tiene mucho que ver el nivel de tolerancia que el asediado tenga al control y qué significa soportar esto”, cuestiona Jáuregui.
BASES DE UNA RELACIÓN
Una relación se construye basada en la confianza, por lo que no deberían existir los grados de control. Lo ideal es que haya mucha comunicación en la relación y que ésta sea funcional, empática y asertiva. “Se trata de protegerse el uno al otro y compartir ciertos espacios en los que ambos son felices, así como respetar los otros espacios que requieren ser individuales. Esto enriquece siempre la relación de pareja”, recomienda la especialista.
Hay que identificar claramente si se trata de una persona que está tejiendo su vida en torno a uno, como en el caso de Micaela o si la pareja toma actitudes posesivas, controladoras y celosas con miras a tornarse violenta. Ambas facetas son muy peligrosas y terminan en dolor, pues estas personas muestran rasgos de la personalidad que no son precisamente las más funcionales, sociables ni positivas. Por lo general son adoptadas por personas que han sido criadas de esa forma. “Las personas posesivas han estructurado su personalidad al haber hallado algún beneficio al ejercer ese control, lo que hace que también busquen un perfil en la pareja que acepte ese asedio”, subraya Jáuregui.
Cuando estos comportamientos posesivos rompen con los espacios del otro, la relación deja de funcionar. Si la relación continúa, es muy posible que se profundice el daño, lo que llevará a la pareja a niveles profundos de insatisfacción e infelicidad.
Por ello, Tatiana Jáuregui aconseja que se considere hasta qué punto se puede ser tolerante con ese control y con qué asertividad, empatía y confianza se puede expresar demandas y necesidades urgentes sin que la otra persona se sienta ofendida. La mejor forma de plantearlo es en una conversación sincera  y de confianza, sin que exista el temor de recibir una represalia.
CAPACIDAD  DE COMUNICACIÓN
Si el ser que amas es empático, entenderá qué es lo que te está molestando y corregirá su actitud. No es necesario cambiar tu manera de ser y mucho menos medir el mensaje que quieres dar. La especialista asevera que el restringir el contenido y la calidad de las demandas y necesidades que uno tiene con referencia al asedio que está recibiendo, es algo negativo para ambos. “Es importante priorizar qué es lo que más te afecta y te hace sentir mal  y en función de eso emitir expresiones emocionales en esa comunicación”.
La terapeuta familiar Scherezada Exeni señala que en estos tiempos ha cambiado el concepto de espacios, que ya no es ‘absoluto’. “Una cosa es compartir espacios físicos, sociales y familiares de mutuo acuerdo y otra distinta es sentir la necesidad de estar solo en alguna circunstancia”.
APUNTES
•    Comunicación. El rayado de la cancha y limitar los espacios con reglas, no necesariamente explícitas, ayudarán a que tu relación marche mejor. Para exponer la necesidad de tu espacio propio elige un momento tranquilo y neutro, jamás lo menciones en medio de una discusión o para justificar algo que hiciste.

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