lunes, 14 de marzo de 2011

Aprender a dormir desde la cuna

Desde el nacimiento y hasta el primer año de vida, el sueño ocupa la mayor parte de la vida del bebé. Sin embargo, no se nace sabiendo dormir: es misión de los padres forjar los hábitos y las rutinas para que los niños aprendan a hacerlo de la mejor forma.

ETAPA con MUCHO SUEño. Según el pediatra Federico Rojas, hay niños que duermen de un “tirón” a partir del tercer o cuarto mes, mientras que otros son incapaces de mantener el sueño durante toda la noche y se despiertan dos, tres o cinco veces.
Ni bien nacen, los bebés duermen aproximadamente 16 horas diarias, en intervalos de 3 o 4 horas. Con esta periodicidad el niño se despierta con el fin de tomar el pecho y luego se vuelve a dormir, mientras está despierto es bueno aprovechar para hablarle, mimarlo y jugar con él: así empieza a distinguir entre el sueño y la vigilia.

EL CAMBIO DE HORARIO. Al tercer o cuarto mes de vida los niños suelen empezar a cambiar su ritmo biológico. Van abandonando su ciclo de 3 o 4 horas de duración del sueño para adaptarse a intervalos más largos. No hay reglas fijas, a algunos les cuesta más que a otros. Este cambio se produce a medida que va madurando su sistema nervioso central, que es el que controla estas funciones.

Enseñarles a dormir. Para que el bebé duerma a sus horas hay que enseñarles cuándo es de día y cuándo de noche, sostiene el pediatra. Para ello hay que tratar de que permanezca en lugares diferentes entre sí en uno y otro momento. Lo normal sería que de día duerma en su cochecito, con algo del ruido habitual de fondo. De noche, lo mejor es su cuna o moisés y en el más absoluto silencio. La hora del baño a la tardecita o noche también puede ser un buen patrón para marcar el paso al sueño nocturno.

EVITE MALOS HáBITOS. No deje que el bebé duerma todo el día. Hay que distraerle y tenerle ocupado. Alzarlo en brazos cada vez que llora y darle el biberón. Se le puede consolar cantándole o dándole golpecitos en la espalda. Llevarlo a tu cama para que se duerma puede ir bien un día pero no es la solución.

Si a pesar de una buena rutina para dormir
Su niño sigue llorando es mejor que consulte con su pediatra.

No todos los niños son iguales, ni descansan igual
A los bebés hiperactivos a veces les cuesta más conciliar el sueño.

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