“No lo podía creer. Esperaba que Marcelo me propusiese matrimonio, porque luego de dos años saliendo juntos, yo ya le había puesto un ultimátum. Sin embargo, él se apareció con unas llaves y me dijo: “Quiero que vivas conmigo’. Me quedé muda. Mi familia es muy tradicional y no lo aceptaría, pero yo lo quiero. Si me voy con él, ¿Nunca nos casaremos?”, consulta confundida Carmen, de 23 años. Las abuelas decían: “primero el amor, luego el matrimonio y sólo entonces el cochecito de bebé”. ¿Qué tanto han cambiado las relaciones hoy?
“No cedas ante la presión”, es el consejo inicial que da el psicólogo Carlos Maldonado. “La decisión de mudarse o de casarse debe depender siempre de un diálogo entre ambas partes. Antes uno pedía la mano a los padres y la mujer veía si aceptaba, con todos sus pros y sus contras. Hoy, ambos están en la posibilidad de analizar lo que mejor les conviene. Si alguno cede a las presiones del otro, propiciará un mal comienzo para una relación, pues habrá distintas visiones de pareja y alguien estará descontento”.
La sicoterapeuta Giovanna Machicao sostiene que un ‘papel legal’ no es la garantía para vivir felices. Lo importante siempre será el respeto, la comunicación, el amor y la entrega mutua. “Hay muchas parejas que están casadas por lo civil y lo religioso y aún así existe infidelidad en su hogar. Esto no quiere decir que sea mejor no casarse, sino que en cualquier situación de pareja debe existir el respeto, confianza y bienestar”. Machicao insiste en que cada persona tiene el derecho a elegir cómo quiere vivir, teniendo siempre en cuenta las responsabilidades que se deben asumir por esa decisión.
EL SUEÑO DEL VESTIDO DE BLANCO
“Llevo cinco años viviendo con mi pareja y ya tenemos dos hijos. Mi deseo es entrar a la iglesia para ser su esposa ante Dios, pero él me dice que no es necesario y que para él soy su esposa”, cuenta Eliana B (38).
En el caso de Eliana, ante la ley boliviana, es un matrimonio de hecho. Para oficializarlo se debe seguir un proceso que demuestre, con testigos y pruebas, al menos dos años consecutivos de convivencia y el reconocimiento de un juez, dice el abogado Vladimir Muñoz. “Desde que se declara un matrimonio de hecho, el porcentaje de bienes gananciales es del 50%. Se comparten las obligaciones y derechos sobre los bienes y los hijos”. Además hoy existen muchas formas de pactar las condiciones que tendrá un matrimonio.
Por el lado religioso, Eliana “debe abordar con su pareja la importancia que tiene para ella el lado espiritual, decirle que no duda de su amor, sino que se trata de una necesidad de aprobación divina”, recomienda Maldonado. “Y aunque te digan anticuada, el sueño de casarte vestida de blanco es una aspiración legítima”.
Viviendo aún en una sociedad conservadora, para el psicólogo-psicoterapeuta Javier Palza, los prejuicios sobre la convivencia recaen particularmente sobre la mujer, pues existen familias que todavía no admiten que una fémina pueda asumir decisiones sobre su cuerpo y su sexualidad de manera libre, así como lo hace un hombre. “Parece ser que, con el alto índice de fracasos matrimoniales traducidos en divorcios actualmente existentes, la sociedad se va acostumbrando cada vez más a aceptar este tipo de relaciones”, comenta Palza.
Machicao asegura que “no se puede negar que lo contraproducente de vivir sin estar casados es la mirada de la sociedad machista en la que vivimos”. Por desgracia, todavía la mujer que ha vivido con un hombre y se ha separado, es peor vista que la que se ha divorciado. Pero la sociedad continúa cambiando gracias a nuevos hitos impuestos por las mujeres.
VENTAJAS DE VIVIR SIN LAZOS LEGALES
La principal ventaja está en una convivencia sin tanta presión de mantener la relación, como a veces, puede generar el matrimonio. “Esto no quiere decir que necesariamente exista menos responsabilidades en los miembros de la pareja, pues esto depende de la madurez de las personas y no tanto del estatus de la relación”, aclara Palza.
Una pareja que convive cuenta con casi todo lo que ofrece el matrimonio (legalmente, eso es efectivo sólo si se realiza el proceso de matrimonio de hecho), sin embargo, la dependencia emocional es distinta. “El matrimonio es una declaración de amor ante la sociedad, comprometiéndose ante ella a crear una célula familiar. Por eso es un asunto público”, aclara Maldonado. “Es por eso que debe ser una decisión aceptada y analizada por ambos miembros de la pareja. Si la convivencia surge naturalmente, se pacta en vías de conocerse mejor para una consiguiente boda o simplemente como una opción de vida, lo importante es que se haga de manera sincera y responsable”, finaliza Maldonado.
APUNTES
• Encuesta. Un estudio de la Universidad de Rutgers (EEUU) señala en una de sus partes que muchas mujeres conciben que vivir con su pareja, es como un “arreglo”, una situación temporal que precede a otra etapa de mayor compromiso. Por el contrario, algunos hombres se plantean dar el salto a la vida en pareja como una manera de probar’ con poco riesgo si la relación tiene o no futuro, para cortar o seguir adelante.
• Límites. Si se decide la convivencia, es muy importante el pactar los términos ante distintos temas: los bienes materiales, la posibilidad de ser padres, la fidelidad, las obligaciones económicas y sociales, entre otros tópicos. No es necesario llegar a un acuerdo de una sola vez, es bueno el ir ajustando la relación según vayan surgiendo los distintos problemas.
• Cifras. La cantidad de parejas que viven juntas sin casarse ha aumentado con los años. En Estados Unidos, entre 1960 y 1970, eran alrededor de medio millón de personas. Para 1980 el número superó el millón y medio. En 1990 la cifra subió casi tres millones y para el 2000, subió a cinco millones, según www.ministeriosprobe.org.
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Tengo un terrible dolor en la espalda que no es constante, sólo surge cuando trato de agacharme. Son dos semanas que la molestia continúa. Leticia Rojas (40)
Es probable que tenga un síndrome facetario, el cual consiste en la desubicación de las pequeñas articulaciones de la columna, sobre todo a nivel lumbar. Si es que no ha perdido fuerza en las piernas o no tiene hormigueo, puede tratarse el dolor para mejorar mediante calor local, ejercicios de estiramiento, masajes y, eventualmente, algún analgésico.
Sin embargo, si el dolor continúa debe visitar a un especialista para que se le hagan los estudios necesarios.
Óscar Hevia y Vaca
TRAUMATÓLOGO
Mi hijo único de cinco años me dice todo el tiempo que quiere un hermanito. Lamentablemente, por salud, no puedo volver a embarazarme. Tania Cabrera (38)
La mamá debe hablar con sinceridad con el niño y explicarle sencillamente que no es posible tener otro bebé porque su vida correría riesgo. Lo que se debe hacer es tratar de llenar esos vacíos invitando a casa a los amiguitos o primitos. Si el niño desea tener a alguien constantemente, se puede optar por una mascota, los animalitos suelen ser buena compañía. Los niños muchas veces expresan sus necesidades de distintas maneras, quizá tu hijo te esté pidiendo más afecto.
Susana Sáenz
¿A qué edad empiezan los niños a cambiar la voz? Mi hijo de 14 años aún sigue con su voz delgada, como cuando tenía nueve y sus amigos se burlan. Loana Pérez (45)
No es para alarmarse, hay que explicarle al niño que no todas las personas son iguales y, por lo tanto, no desarrollan de manera idéntica, depende mucho del factor hormonal. Por lo general, el cambio se da en las mujeres a partir de los diez hasta los 14 y en los varones un poco más tarde, pero no es determinante. Otro punto importante que se debe tomar en cuenta es la historia de los padres, porque muchas veces coincide. Sin embargo, es bueno que se realice una evaluación con un endocrinólogo.
Carlos Gómez
MÉDICO GENERAL
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