Suele ser en la preadolescencia cuando los hijos les plantean a los padres por primera vez su deseo de quedarse a dormir en casa de algún amigo, ir al cine con ellos, salir a tomar un helado o simplemente, salir a dar un paseo. Vaya situación, que muchos padres no saben cómo afrontar, te damos algunas pautas para que aprendas a sobrellevarlos.
LAS MEDIDAS. Se sienten mayores y ansían más libertad, desean que confíen en ellos y buscan ser dueños de sus propios actos, pero todavía no son lo suficientemente maduros como para usar responsablemente de ella. Por ello, hay que ser prudentes y no dejarles hacer todo lo que piden, sino lo que los padres piensen que realmente son capaces de afrontar, señala la psicopedagoga, Angélica García.
Cada edad debe tener sus privilegios y, por supuesto, sus obligaciones y responsabilidades. Podrán empezar a salir a pasear dependiendo de con quién, dónde y hasta qué hora.
LOS PADRES MANDAN. Si demuestran que son responsables respecto al horario de regreso a casa y en su comportamiento con los amigos, podrán ir obteniendo mayor libertad. En caso contrario, hay que castigarlos con su autonomía.
Los padres son los que ponen los límites. No pueden tener miedo a decir ocasionalmente "no" a algo que les parezca no mal sino inadecuado para su edad, ni tampoco ceder a sus deseos por temor a provocar una situación tensa o desagradable.
ACONSEJABLE. Los padres deben advertir a los hijos de los peligros que existen fuera de casa, las drogas, del alcohol, etc. También deben enseñarles a ser independientes, saber cómo actuar ante situaciones poco usuales y a no dejarse influir por los demás .
Las salidas son muy importantes pero hay que Saber asumirlas con madurez para no dejarse llevar por la presión de grupo.
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