“Mi hija de 13 años quiere ir sola a su colegio, que está a cinco cuadras de casa. Hasta ahora no la dejo salir por su cuenta”, relata Jaqueline. “Un día la dejé ir sola, pero la seguí sin que se diera cuenta para ver si podía cruzar las calles. No pasó nada malo, pero todavía no me animo a darle permiso”.
Al respecto, la psicóloga Mónica Quitón señala que, si le vas a dar confianza a tu hijo, hay que dársela de verdad. Para esto debes tener seguridad de que ya está listo para actuar en determinadas situaciones. “No puedes seguirlo porque, aunque él no se dé cuenta, en realidad no estás confiando en él. Si es así, será difícil dejarlo valerse por sí mismo”, dice Quitón.
Para todo papá o mamá es difícil dejar salir a los hijos, pensando en los peligros de la ciudad. “No existe una edad precisa para que los hijos empiecen a desenvolverse libres en la calle, esto depende de la ansiedad de la madre, ése va a ser el parámetro”, agrega el psicólogo Óscar Urzagasti. Hay mamás muy posesivas y otras muy desligadas; lo importante es no exagerar: no se debe ni llevar a la hija a la universidad ni enseñarle al niño a ir solo al kínder”.
De todos modos, el acompañamiento del adulto va casi hasta la adolescencia, donde los niños van buscando espacios propios.
Por eso, antes “enséñale a respetar el semáforo, cómo cruzar las calles, por cuáles debe movilizarse, los nombres de las mismas o las líneas de trufis que debe tomar”, aconseja Quitón.
También debes preparar a tu hijo ante los peligros de la calle. Para eso, practica con él las actitudes y reacciones adecuadas en las calles. Por ejemplo, decirles que si alguien le pregunta la hora, puede responder sin quedarse a conversar o que no saque el celular en cualquier sitio, que es mejor que se pare en un lugar tranquilo para contestar. “Hay que decirles que algunas personas que no tienen buenas actitudes y es mejor alejarse de ellas, que no se distraiga y que atienda cada paso que dé”, recomienda Quitón. Así, supervisa sus primeros pasos en la calle y, poco a poco, tu hijo sabrá desenvolverse en ella.
Práctica
Entre los seis y ocho años, los niños deben saber cruzar las calles solos con supervisión. A los 10 años deben saber bien cómo llegar a su casa en casos de emergencia y desde los 11 se los puede dejar ir a comprar algo cerca o a la parada de la góndola.
Novedades
Al ser una sociedad adultocentrista, la calle no está diseñada para niños, que verás muchas cosas como novedad (como que la gente no está pendiente de ellos) y a veces sentirán que no pueden caminar tan rápido o no reconocerán el transporte que los puede llevar a casa. Ten paciencia y no les obligues.
Desconfianza
No le crees desconfianza ni inseguridad a tu hijo mostrando temor ante otras personas en la calle. No generalices señalando que todas las personas desconocidas le quieren hacer daño, pero asegúrate de brindarle todas las armas para que se mantenga a salvo.
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