jueves, 15 de septiembre de 2011

Amores en el trabajo, los pros y contras

El trabajo es uno de los ámbitos más proclives a que surja una relación afectiva entre dos personas. Las horas que se pasan en él, sumadas a los almuerzos, reuniones, viajes o fiestas de empresa propician el acercamiento afectivo. ¿Pero dicha situación beneficia, o por el contrario puede perjudicar hasta el punto de perder el empleo? Según la sicóloga Lilian Rojas, tal situación puede traer consigo tanto consecuencias positivas como negativas en el terreno personal y laboral. Se considera que, por un lado, puede ser positivo en la medida en que puede llegar a facilitar el rendimiento laboral y crear un ambiente más distendido. Por el contrario, será perjudicial si, cuando una relación se rompa, dicho desenlace interfiere en el desarrollo del trabajo.

VENTAJAS . Según la sicóloga, al principio de una relación se genera una mayor motivación, la confianza que hay entre ambos y el conocer mejor los sentimientos fomenta una actitud más relajada y afectiva. Dicha situación repercute positivamente en la productividad al tener un mejor clima laboral. Una vez superada la fase del "estar en las nubes", la capacidad de generar buenas ideas, rendir más y en mejores condiciones aumenta considerablemente.

INCONVENIENTES. Por otra parte, también pueden traer consigo muchos problemas, tanto personales como laborales. Con el tiempo se pueden generar peleas y tensiones previas a una ruptura, lo que afecta considerablemente al trabajo. Ante estas situaciones, una regla de oro es no intentar resolver los problemas sentimentales dentro de la empresa, recordó la sicóloga. También es un grave error llevarse los problemas de casa al trabajo o viceversa. Esta situación crea la falta de tiempo para las relaciones familiares, afectivas, amistosas y de ocio, tan necesario para mantener una vida saludable. Al final, el empleado puede acabar enfermando de estrés, depresión, lo que redundará en su rendimiento laboral y en la falta de interés por el mismo.

EXPERIENCIA. Cuenta Rubén, que conoció a su actual esposa en el trabajo. "Yo trabajaba en una empresa de baterías hace 15 años, y sabía que la institución prohibía la relación sentimental dentro de la empresa. Si bien ella no estaba en mi jerarquía inmediata superior, estaba en un área de mayor jerarquía. Por un corto tiempo fue secreto, pero pasado el tiempo ya sabían todos, y ya el jefe estaba pensando dónde reubicarme, porque era eficiente con mi trabajo. Fue cuando nos casarnos, que me vi obligado a renunciar y me reubicaron en otra empresa que tenía el dueño, y ella siguió normalmente en su puesto. Pienso que fue positivo, puesto que sería muy incómodo trabajar con su pareja en el mismo lugar, debido a los problemas que van surgiendo con el tiempo. En mi opinión creo que reubicar al trabajador es lo mejor, tampoco puede estar prohibido enamorarse por que eso nadie lo puede evitar", comentó.

EMPRESAS PREFIEREN EVITAR ESTAS RELACIONES

Si bien no existe una ley que prohíba que dos personas en una empresa mantengan una relación sentimental, algunas empresas intentan en la práctica evitar estas situaciones, en mayor grado, cuando existe una dependencia jerárquica directa. En estos casos, las empresas intervienen para evitar posibles conflictos de intereses reubicando a alguna de las personas en un departamento diferente. Aun así, se trata de una situación ciertamente delicada; si la empresa cambia de puesto a uno de los dos, pero lo hace dentro del marco legal (con la misma categoría, salario y condiciones) y justifica ese cambio por otro motivo. No obstante, si el cambio implica un empeoramiento de las condiciones de trabajo, el trabajador puede tener un motivo al que aferrarse para reclamar, explicó Rojas.

SI PERDURA

Se debe ser profesional y discreto, no meterse en el área del otro.

SI SE ROMPE

Se debe mantener una distancia y tratar a la expareja igual que los demás.

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