domingo, 4 de septiembre de 2011

Las niñas son las que más sufren

La adolescencia o pubertad precoz que se presenta antes de los 8 ó 9 años puede convertirse en un proceso traumático y difícil de enfrentar, sobre todo para las niñas.

En la mayoría de los casos, las niñas que presentan la aparición del vello púbico, el botón mamario y el periodo menstrual a esta edad no saben lo que está sucediendo con su cuerpo y reaccionan asustadas, tratando de buscar una respuesta en la madre o el padre a los cuales les cuentan lo que les está sucediendo.

Según la psicóloga Zulma Cuchari, las niñas sufren un trastorno psicológico por el dolor que les causa el periodo menstrual y la vergüenza de que la gente que las rodea se entere de lo que les sucede.

“Muchas niñas piden permiso en sus colegios cuando se presenta la primera regla, no entienden lo que les está pasando, realmente les cambia la vida”, afirma.

¿CÓMO TRATARLAS?

Cuando la pubertad precoz llega, el trato de los padres hacia la niña debe ser muy cuidadoso porque ésta atraviesa por una etapa de irritación y variación de humor constante por el cambio hormonal que tiene.

Los padres deben darle a la niña contención, apoyo y, sobre todo, orientación de lo que sucede con su cuerpo. Le deben advertir qué significa ese cambio en su persona y cómo deben afrontarlo.

Si la niña no sabe lo que le está pasando y no cuenta con el apoyo y la confianza de su familia, buscará una orientación con su maestra o sus amigas, situación que la tendrá más preocupada, manifiesta la psicóloga, que recomienda que para evitar esta situación incómoda se debe hablar de los cambios que sufrirá su cuerpo antes de que estos sucedan.

Para la profesional, dar una orientación a las niñas antes de que éstas presenten su primera menstruación es fundamental, porque de esta manera se evitará que pasen por un mal momento que las avergüence.

Las madres y los padres deben tratarlas de igual manera y hacerles entender que lo que les está pasando es completamente normal.

DOS REACCIONES

El proceso de la adolescencia precoz puede ocasionar dos reacciones en las niñas: una de ellas es la de asumir la situación de una manera normal y aceptar el cambio de niña a adolescente. Cuando esto sucede muchas niñas se vuelven más extrovertidas y actúan como jóvenes de 12 ó 13 años y ya no tienen ganas de jugar con muñecas. Tratan de acelerar su proceso de madurez, quieren aparentar tener más edad.

En cambio otras niñas de entre 8 y 9 años se aferran más a su niñez y tratan de ocultar que ya tuvieron su primera menstruación.

“Hay niñas que no le cuentan a ninguna de sus amigas o familiares lo que les sucede, sienten vergüenza y prefieren seguir con las mismas actividades que tenían antes de la pubertad precoz”, señala la psicóloga.

NIÑOS

Los cambios psicológicos en los niños, cuando estos pasan de la niñez a la adolescencia, son muy pocos.

Según Cuchari, cuando los niños comienzan a tener sus sueños mojados a los 8 ó 9 años tratan de quedarse más tiempo encerrados en su habitación y en el baño.

Los padres se pueden dar cuenta de esta situación porque los niños quieren pasar más tiempo solos, es entonces donde ellos deben intervenir para tratar de explicarles el proceso de cambio que están sufriendo en sus vidas.

EN EL COLEGIO

Para la profesional, el tema de la adolescencia precoz debe ser motivo de conversación en todas las unidades educativas y en los últimos cursos de primaria, para que los niños estén preparados para el momento en el que les llegue a suceder esto.

“Una explicación y orientación previa le va evitar al niño o a la niña un susto y varias incomodidades. Lastimosamente todavía hay personas que tienen pensamientos conservadores que no quieren aceptar que la adolescencia precoz se da cada vez más en niños de menor edad, que necesitan tener información acerca de los cambios que puede sufrir su cuerpo”, agregó.

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