jueves, 23 de agosto de 2012

El romance a través de Internet

Quienes han leído "El amor en tiempos del cólera" de García Márquez deben haber encontrado muy romántica la relación entre Fermina Daza y Florentino Ariza: en esta novela, Florentino vio a la distancia a Fermina y eso fue suficiente para quedar fascinado por ella y hacerla única depositaria de sus afectos y ensueños amorosos, los mismos que vertía copiosamente en una nutrida correspondencia; tal derroche de verbigracia no fue inútil pues consiguió encender el juvenil corazón de Fermina y la condujo a delirios de pasión sublimada. El idilio prosperó por la vía epistolar hasta que Fermina sin poder contener su curiosidad se decidió a conocer más de cerca a su amado, preparó un encuentro casi casual, lo tuvo ante sus ojos y para su desgracia el esmirriado Florentino no daba la talla de sus ilusiones, resultó que distaba mucho de la imagen de príncipe azul o del distinguido caballero delineado por sus ensueños y el rechazo no se hizo esperar. En esta novela el desencuentro da inicio a un relato fascinante el mismo que concluye con un final reparador.

Una historia así parecería sólo viable en una novela de ‘Gabo’ o en uno de esos relatos del tiempo de la radio, sin embargo la realidad es más sorprendente que la fantasía y sí, estos romances equívocos y otros más afortunados se dan todos los días en este "nuevo" medio llamado Internet.

Ultimamente nos ha tocado vivir los tiempos de la postmodernidad, del inicio de la "realidad virtual" que hasta el momento encuentra en la Internet su más vasta expresión. La Internet es lugar de encuentro de cada vez mayor número de personas de diferentes grupos de edades y ocupaciones, que se entretienen, negocian, consultan, investigan y trabajan conectados a la red tendiendo a crear un nuevo tipo de "sociedad en línea" con sus propias reglas, estilos de relacionarse y características aun en definición. Este medio ha dado lugar a relaciones humanas virtuales basadas en encuentros en salas de chat, listas de interés, foros de discusión y correo electrónico, y si bien la Internet aun está limitada a un grupo minoritario en relación con la población general, no se puede negar la existencia de este nuevo universo virtual.

Si tomamos en cuenta que es frecuente que los profesionales de la salud tengan romances entre sí, al igual que los trabajadores de las aerolíneas o los empleados administrativos en general, entonces resulta comprensible que el romance florezca entre aquellos cuyo trabajo o intereses está relacionado con la Internet. Existe pues, un grupo humano cuyo trabajo, comunicaciones y relaciones se dan principalmente a través de la Red, entonces no es inusual que el romance surja entre ellos y lógicamente, es la Red el lugar de encuentro. Al igual que en la lectura o en los tiempos de la radio, la imaginación y la fantasía juegan un papel muy importante en las salas de chat, pues la pantalla (por lo general) nos brinda poca información de nuestros interlocutores y es nuestra mente la que "completa el cuadro".

Lo más frecuente es que los primeros encuentros se produzcan en una sala de chat, en un foro de opiniones o en una lista de interés en el cual el internauta advierte "algo diferente" en la manera de conducirse de alguien, puede ser el nickname (seudónimo o nombre virtual), su manera de expresarse o algún otro rasgo que le atrae. Si bien "esa" característica es virtual, creada para ese medio, aun así, forma parte de la personalidad, es un reflejo del autor y en cierta forma habla de él o ella.

Por lo general la relación se desarrolla tras el encuentro, con el intercambio de e-mails y una correspondencia que gradualmente se vuelve más cálida y con expresiones de afecto. Luego, el coqueteo se instala, vienen las insinuaciones y los avances. El entusiasmo acompaña a la expectativa que antecede al abrir la casilla de correo y hallar la ansiada frasecita "tiene nuevo correo". Una vez que se ha llegado a este punto se está lo suficientemente involucrado como para decir que se está viviendo un romance "on line", es inútil negarlo.

El romance basado en el correo electrónico y en el chateo es un nuevo tipo de relación en la que sujetos reales presentan parte de su realidad o sus fantasías a otras personas, también reales. Si bien hay quienes toman estos encuentros fortuitos en Internet como un juego del gato y el ratón, para el cual desarrollan técnicas y estrategias como cualquier conquistador(a), aun así, expresan su personalidad, su propia y particular manera de ser; auténtica en algunos casos, mediatizada o impostada en muchos otros.

Hemos vivido tiempos caracterizados por relaciones en las cuales la atracción física, la satisfacción de ciertas expectativas económicas y sexuales constituyen la base del inicio y el sostén de muchas relaciones; sin embargo, existen sectores de la población que otorgan mayor importancia a otros atributos como la ternura, el compañerismo, la amistad, etc. priorizando la satisfacción de sus necesidades en términos de afecto.

En el romance en la red, el medio puede parecer muy artificial y fácil de controlar pero las emociones y sentimientos que se llegan a vivir pueden llegar a ser bastante reales y difíciles de manejar.

Cuando estos cyber romances se encuentran fuera de la red con frecuencia surgen las decepciones; no todos asumen la realidad con el mismo vigor y entusiasmo que a una ilusión o fantasía. De la misma manera que el amor romántico (aquel que no llega a consumarse) difícilmente sobrevive al encuentro personal, pues casi siempre le sigue la separación o por el contrario, se llega a mayor intimidad, perdiéndose igualmente la naturaleza romántica.

Sin embargo no todo es desencuentro en el mundo virtual, cada vez es más frecuente el enterarse que algún amigo o conocido encontró su pareja a través de la Red y que les va muy bien; no solo se halla romance en la red, también muy buenas amistades.

Si usted o alguien de su entorno está envuelto en una de estas relaciones conviene tener presente algunas recomendaciones:

1.Es importante tener claras las expectativas sobre hasta que punto está dispuesto (a) a llegar o el tipo de relación que desea tener.

2. Es fácil caer en el juego de la seducción y pretender ser algo diferente a lo que uno en realidad es. Trate de ser honesto(a) y se ahorrará explicaciones imposibles y decepciones posteriores.

3. Si espera continuar la relación fuera de la red haga un intercambio oportuno de fotografías (vía e-mail) y datos personales, de manera que tenga una idea cercana a la realidad de cómo es "la persona depositaria de sus afectos".

4. Si está planeando un encuentro en persona, dentro de lo posible, asegúrese de que la persona con la que se está involucrando tiene una actitud saludable frente a la relación y que podrá conducirse apropiadamente.

5. Escoja el lugar de encuentro y procure que sea un lugar público, seguro, que le permita interrumpir la reunión de ser necesario.

6. No olvide que así como se dio la oportunidad de iniciar una relación usando la Internet, puede hacer lo mismo con la gente que está a su alrededor o cerca. Todo es cuestión de atreverse y darse la oportunidad.

1 comentario:

  1. Es muy divertido el juego de la seducción a través de Internet y casi imposible no engancharse, a mi me paso lo mismo, yo me enganche con este portal
    www.argentina.zonacitas.com y conocí personas muy interesante, se las recomiendo.

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