Una antropóloga afirma que los niños actuales MARCAN UN MOMENTO DE EVOLUCIÓN EN LA ESPECIE HUMANA. HAY CIENTÍFICOS Y EDUCADORES QUE SEÑALAN LAs características de estos niños: son muy activos, utilizan varios tipos de inteligencia y son sensitivos
Texto: Javier Méndez Vedia | Fotos: Fuad Landívar
No es casual que los chicos de hoy no puedan quedarse quietos. No son hiperactivos, sino que aprenden de otra manera. Integran mejor ambos hemisferios del cerebro, son creativos y, por lo tanto, tienen problemas con la autoridad. Ante un ‘no’ autoritario suelen plantear opciones y soluciones, porque en el hemisferio derecho reside la creatividad. Para ellos, todo es posible.
Esta nueva generación de niños empezó a llegar al mundo desde hace mucho, pero fue alrededor del 2000 cuando la velocidad de los cambios empezó a llamar la atención de algunos sicólogos, médicos, pedagogos, antropólogos e investigadores. El pediatra Gonzalo Córdova dice que a los pocos minutos de nacer reaccionan fácilmente ante el estímulo. “Antes eran somnolientos y era difícil despertarlos. Reaccionan de inmediato al oxígeno, antes no. Hace diez años tenían los ojos cerrados y permanecían así dos o tres días, a veces semanas. Ahora nacen con los ojos abiertos, presentan una mirada fija y a veces están observando al médico, ¡es decir, a mí! ¡Y qué mirada! ¡Muy, pero muy profunda!”
Lo que llama la atención de Xavier Pérez, médico y catedrático de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz, es la tremenda demanda afectiva de estos niños. Ha visto casos de depresión y ansiedad enmascarados en diagnósticos de hiperactividad y déficit de atención. “Es muy importante prestarles atención, darles mucho amor, proveer un afecto estable y seguridad emocional. La carencia de afecto se puede ‘patologizar’ de muchas formas: alergias, déficit de atención, problemas de sueño, incontinencia urinaria...”, explica.
EL CUARTO CEREBRO
Como dice la escritora Marie Fourtune, los niños de hoy tienen sus lóbulos frontales sobreactivados. En estos lóbulos está la visión, el futuro, el poder de proyectar acciones sin interés personal y para el bien común. Fourtune lo llama el cuarto cerebro (el primero es el reptiliano, el segundo el mamífero, el tercero corresponde al ser humano y el cuarto... a los niños de hoy).
Este cuarto cerebro está totalmente abierto al futuro; es la zona de la intención y del proyecto. “Esta corteza desarrolla todas sus energías para preparar una acción futura. Se ocupa de la planificación y de la reflexión”, escribió en Mandala y pedagogía. “Por eso es importante que los padres dejen que las cosas ocurran naturalmente con los chicos, no detenerlos. Somos testigos en realidad de un proceso hermoso que se da naturalmente”, dice. El neurosicofisiólogo e investigador Ricardo Castañón Gómez explica que la actividad del lóbulo frontal caracteriza en grado excelente la facultad inteligente del hombre. “Cuando elaboras tus mejores proyectos o comprometes tu palabra en una decisión importante, estás activando a altísimo nivel esta extraordinaria facultad. Los grandes hombres, aquellos que han escrito la historia con letras gloriosas, han hecho de su lóbulo frontal un valiosísimo recurso”.
UN RETO PARA TODOS
Carmen Rosa Cuéllar es presidenta de la Asociación de Pedagogos de Santa Cruz. Tiene tres décadas de experiencia como maestra y pedagoga. Desde hace más de una década ha notado que los niños aprenden más rápido. Es posible, como dicen los textos, que se deba a la velocidad de la tecnología y a los medios de comunicación. Pero no solo a eso. Este ‘despertar’ empezó después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se apreciaron cambios generacionales con el movimiento hippie, el rechazo a la guerra de Vietnam y los movimientos New Age de los 80 y 90.
Carmen Rosa Cuéllar insiste en que los maestros no pueden enseñar de la misma manera a esta generación. “El gran problema, dicen los maestros, es que no atienden y se distraen con todo. ¿Por qué? Tal vez no les interesa lo que dice el profesor. Les interesa otra cosa. Hay muchas tareas repetitivas que cansan y aburren al niño”.
Cuéllar hace notar que se necesitan nuevas estrategias de enseñanza, porque actualmente los niños tienen más libertad, más información y son más cuestionadores. Esta nueva educación, según plantea la antropóloga Noemí Paymal, está basada en la llamada escuela de los siete pétalos, que son como siete áreas de trabajo, repartidos en un lugar físico. Los siete pétalos incluyen el desarrollo físico y la acción (deportes); vida multicultural y social (escuela integrada a la cultura); ecología; cognición articulación y aplicada (es decir, que el niño aprenda y descubra por sí mismo); desarrollo personal en todas sus facetas; arquitectura y arte (creación de belleza y utilización de materiales), y autosostenibilidad.
En el libro Pedagooogía 3.000 se han recogido aportes de educadores, médicos y pedagogos. Hay una descripción detallada de los diferentes tipos de inteligencia, planteados por el sicólogo y educador Thomas Armstrong en Multiple inteligences in the classroom. Junto a Howard Gardner, profesor de Harvard, ha mencionado las nueve inteligencias. Esas son la inteligencia lingüística, lógico-matemática, visual-espacial, corporal-kinestética, musical, interpersonal, intrapersonal, naturalista y, finalmente, la inteligencia trascendente o espiritual. A esta última se la llama también inteligencia sicoespiritual o existencial.
Hay quienes, como el investigador colombiano Ricardo Zúñiga, mencionan una décima intelitencia, que es la intuitiva, que permite entender los registros del subconsciente, y una duodécima que es la emocional. Hay una inteligencia práctica, que no se enreda en falsos problemas y la décimotercera, llamada inteligencia co-creadora. Esta variante combina las facultades de ambos hemisferios cerebrales; es idealista y práctica.
Es la más impresionante de todas. Concilia la ecología con la tecnología, actúa con originalidad e identifica lo que hay que cambiar. Así se la describe en Pedagooogía 3.000: “Es el motor y la novedad que marca este giro de milenio, haciendo emerger la unidad y la hermandad que soñamos”.
Para conocerlos y disfrutarlos mejor
Recomiendan los profesionales
Aliente al niño o niña. Fortalezca su autoestima. Muestre reconocimiento constantemente de manera afectiva, con abrazos, apreciación verbal o miradas afectuosas. Esto, tanto por parte de los padres como de los maestros.
Deje que haga las cosas por sí mismo y que exploren solos (dentro de ciertos límites de seguridad). Los niños de hoy tienen tendencia a la autorrealización y a ser autodidactas.
Evite los castigos y las recompensas. En la escuela tampoco se deben utilizar. Los castigos y humillaciones pueden desencadenar bloqueos de aprendizaje, traumas, pérdida de autoestima y descalificación parental.
Sea firme pero no dominante ni autoritario. Entienda que reñir no es educar. Hay momentos en que hay que ser permisivos y momentos para no serlo. Alzar la voz o recurrir a la violencia muestra una disfuncionalidad en el adulto.
Dar sermones es una absoluta pérdida de tiempo. Si usted tiene una idea A y el niño una idea B, busquen una solución C, D o E, conjuntamente y de forma madura. Siempre hay una infinidad de soluciones.
Diviértanse juntos. Al final, estamos aquí con otros para disfrutar y crecer juntos.
No dramatice las situaciones. Sea natural y espontáneo.
No les hable. Hable con ellos.
Eduque con el ejemplo. Ellos harán lo que usted haga.
No esconda los conflictos familiares. Hablémosle de manera clara, sencilla y transparente, sin odio hacia un tercero.
Prácticas para cada día
Coma sin estrés. Sin gritos, sin presión, sin televisor encendido. Es más importante cómo se come y no qué se come. Los niños de hoy tienden a comer más a menudo, pero en menor cantidad.
Agua y líquidos. Tomar mucha agua pura y líquidos lo menos azucarados posibles. El cuerpo necesita de uno a dos litros de agua por día para limpiarse de toxinas. Es bueno tener un distribuidor en las aulas.
Estos niños son muy sensibles a las energías sutiles y responden mejor a la medicina alternativa. A menudo enferman por razones emocionales que somatizan, en general, como trastornos respiratorios, asma o alergias.
Los niños y niñas de hoy no deben ser vistos como entes superiores, sino simplemente como seres humanos que muestran características que han estado dormidas en la humanidad por largo tiempo.
Utilice masajes, digitopuntura, musicoterapia, gemoterapia, homeopatía y terapias florales. La reflexología también los ayuda. Hay muchas técnicas complementarias actualmente.
Es preferible utilizar alimentos orgánicos frescos, exentos de químicos, colorantes y conservantes. Es posible hacer mayonesa con yogur y siempre que se pueda, hay que utilizar aceite de oliva o de sacha inchi, rico en omega 3.
En la página www.pedagooogia3000.info se puede bajar gratuitamente la cuarta edición de un libro que incluye todos estos consejos. Se revisan métodos como Montessori, Waldorf, Pestalozzi y otros. Hay herramientas prácticas para maestros.
Cinco Generaciones
- Hay cinco generaciones de niños que empezaron a llegar desde mediados de los años 80. Esta primera generación está formada por niños extrovertidos, retadores y carismáticos. Por su rebeldía y gran personalidad llamaron la atención de los medios. Se los llamó ‘índigo’. Pusieron en tela de juicio la educación tradicional.
- La segunda generación, que surge por los 90, tiene la tendencia a ser más tranquila, pero posee una gran fuerza interior. Se los llamó niños cristal.
- La tercera generación posee el perfil de un líder horizontal. Es la llamada generación de inteligencia activa, porque equilibra la extroversión y la introversión. Es la generación de la inteligencia expandida.
- La cuarta se conoce como la generación de la conciencia expandida. “Son puentes hacia esferas superiores y tienen la habilidad de abrir el corazón a los que les rodean”. Paymal sugiere llamarlos la generación de la armonía.
- La quinta posee un alto nivel de maestría espiritual. “Ayudan a la evolución de cada uno hacia una conciencia mayor. Aportan luz, gracia, paz, sosiego y amor. Están llegando. La sexta y séptima están por venir. Es la nueva energía de la futura humanidad.
« Esto es un salto hacia otro ‘homo’ »
Uruguay aprobó su proyecto para la formación de un instituto científico sobre educación. La autorización en Chile está en proceso. En Bolivia tomará algún tiempo, pero lo hará. Trabajó en varios países. Aprendió de las comunidades de la Amazonia. Ha recorrido varios países de Asia, Sudamérica, África y Europa dando conferencias.
- ¿Cómo se llega a detectar este tipo de señales en los niños?
- Nos costó diez años de investigación. Empecé en Ecuador, donde tenía una fundación. Hemos trabajado con casi todos los países de América Latina y con Francia, una parte de Asia y España. Compilé e hicimos estadísticas en Bolivia.
- ¿En qué lugares?
- En La Paz y en El Alto, para saber si se trataba de un niño o de dos que eran espectaculares o era una tendencia. Es una tendencia que sube.
-¿Cómo se llama el estudio?
- DCCCN o Coeficiente Noeticus. Es un estudio multidisciplinario de las inteligencias y de la parte emocional, para hacerlo más simple.
- ¿Por qué se llama Coeficiente Noeticus?
- Porque hay una tendencia que empezó en Brasil. Así como se hablaba de Homo sapiens, Neanderthal y Cromagnon, ahora hay una teoría lanzada por antropólogos: de sapiens sapiens estamos pasando a otro homo. Es un salto más. Es histórico, en el sentido de que ahora es masivo. No es como antes. Ocurre en todo el planeta y muy rápido. De un niño a otro, de un hermano a otro, hay cambios muy veloces. ¡Entre hermanos! Ni siquiera de padre a hijo. Eso llama la atención. Por la tecnología y la informática sabíamos que algo iba a alterarse, pero a este punto, es decir, niños que perciben y cuya parte afectiva es más alta, nos llama la atención. Pensábamos que serían más fríos o robotizados, ensimismados, pero el 80% de los niños tenía más empatía de lo esperado. Eso ha subido. No estaba previsto. Es una tendencia llena de retos, pero no me esperaba un cambio así.
- ¿No tiene que ver solo con la tecnología?
- No. Una de las teorías es esa: tecnología, medios de comunicación, Internet. Este niño obviamente está bombardeado de impulsos, de información, de estímulos desde el periodo prenatal, multiplicado por 100 comparado a un siglo. No es solo eso. Pueden percibir más. Su manera de ser, aprender y percibir y hasta sus metas son diferentes. Aunque también hay niños dañados por el sistema. Retroceden en su evolución por la educación, por el impulso materialista fuerte, por los videojuegos.
- ¿Por qué están dañados algunos niños?
- Educación. Si tenemos a un niño que percibe mucho, que sabe mucho y no tiene amor o hay violencia, o si no están a su ritmo, se retrae a tal punto que parece autista. Son los falsos autistas. Sufren mucho y cuando son jóvenes tienden al suicidio. La otra opción es la agresividad. Por eso ha aumentado el bullying en las escuelas. En lugar de darles medicinas es mejor cambiar la educación.
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