Es muy común que los niños hasta cierta edad se pasen el día gritando, algo que a los padres en ocasiones los puede agotar. El problema aparece cuando no solo son capaces de sacar de quicio a todos los que tengan a su alrededor, sino que esto puede generarles problemas de salud, ya que existen casos en los que de tantos gritos los pequeños llegan a sufrir nódulos en la garganta. Para el exceso de volumen lo ideal es acudir a la consulta de especialistas en logopedia, que se encargará, mediante ejercicios y juegos, de que el niño comience a regular los niveles de voz y la manera de respirar, lo que en conjunto mejorará incluso su capacidad de expresión y no le acarreará problemas en un futuro. Percibir que el niño puede tener este problema es sencillo, puesto que los síntomas son bastante visibles, entre ellos la ronquera y una voz entrecortada. Es indispensable guardar reposo de la voz
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