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jueves, 25 de julio de 2013
Terapia psicológica para la disfunción sexual
La falta de deseo es una de las disfunciones sexuales más frecuentes en la mujer.
Los problemas de pareja siempre han existido, pero pocas veces han sido conversados, en especial aquellos que involucran una disfunción sexual en alguno de los cónyuges, dificultad que podría resolverse con ayuda médica o psicológica y evitar así una separación o divorcio innecesario.
En el artículo anterior se abordó este tema desde el punto de vista orgánico, en esta ocasión se pondrá énfasis en el aspecto psicológico de los diferentes tipos de disfunciones que pueden surgir a nivel individual o de pareja, por esta razón conversamos con la psicóloga de Psinergia, Marynés Salazar.
“Para entender la disfunción primero hay que conocer la función. Todos nacen con la posibilidad de tener una respuesta sexual erótica normal, de niños saben que su cuerpo funciona con estímulos externos e internos con una respuesta excitatoria que se acentúa en la pubertad y aumenta en la juventud, cuando se descubren cuatro fases: el deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución”, explicó la psicóloga.
Fase del deseo: La fase del deseo sexual comprende la predisposición interna que se tiene para vivir el placer a nivel personal o en relación con otra persona.
Fase de la excitación: Se refiere a los cambios que se producen en nuestro cuerpo, en el sistema respiratorio, cardiaco, sensaciones a nivel genital, que es la parte más sensible, se experimenta una especie de placer y de lubricación.
Fase de la meseta: Al fortalecer la respuesta sexual en el propio deseo personal o de pareja se pasa a la meseta, que se centra en los estímulos a nivel genital en ese sentido los varones tienen una erección y la mujer a nivel clitoriano genera una lubricación fuerte y se produce una tensión genital predispuesta a ser liberada.
Fase del orgasmo: En el orgasmo se libera la tensión acumulada por el deseo, la excitación y la meseta que tiene una duración de milésimas de segundo, pero que genera un placer intenso. En el caso de la mujer puede tener más de uno y en el varón estará acompañado con una eyaculación, aunque puede suceder en forma separada.
Fase de resolución o refractario: La fase de resolución es cuando el cuerpo vuelve a su estado natural, sin que se produzca un estado de excitación, la mujer con poco estímulo puede tener múltiples orgasmos. En el caso del varón suele tardar en volver a una erección una vez concluida estas fases.
“Todas las personas podríamos estar preparadas para un respuesta sexual erótica que se espera se vaya fortaleciendo en la época de la juventud a nivel personal y en la edad adulta se comience a compartir y explorar con alguien más”, expresó Salazar.
DISFUNCIONES
“La disfunción surge cuando algo que tenía que funcionar naturalmente deja de hacerlo, este término es utilizado por sexólogos para diferenciar lo que antes se conocía como impotencia o frigidez que han sido desechados, porque no existe una mujer frígida, sino mal calentada y no hay un hombre impotente, sino uno muy asustado”, expresó la psicóloga.
Disfunción del orgasmo.- Salazar expresó que no existe una persona que sea un témpano de hielo en sí mismo, que no pueda generar placer y que esto no depende solamente de los genitales.
“Existen mujeres anorgásmicas, aquellas que sienten el deseo, llegan a la excitación, incluso a la meseta, pero no pueden conseguir el orgasmo, en este caso es errado decir que son frígidas, en realidad son mujeres que no han aprendido cómo resolver esta tensión sexual”, afirmó la especialista.
También existen varones que tienen esta dificultad en el orgasmo con la denominada eyaculación retardada, son capaces de desear, excitarse, llegar a la meseta, pero en el momento de liberar la tensión que es acompañada de la eyaculación nunca llegan, lo que genera mucha molestia en su cuerpo.
“En la mujer el vaginismo es otro de los problemas más frecuentes, se caracteriza porque el cuerpo se niega a cualquier penetración, esta se vuelve dolorosa e imposible de realizar”, acotó la psicóloga.
La eyaculación rápida es otra de las dificultades en los varones, se caracteriza porque no ha existido un adecuado control de la respuesta sexual, porque pasa por el deseo, casi no existe la meseta y se va directo al orgasmo, y suele producir dificultad porque no siente que está compartiendo lo suficiente con su pareja.
Disfunción en la meseta.- Hay personas que tienen disfunción en la meseta, éstas son capaces de desear, excitarse, pero esta última baja rápidamente cuando el cuerpo comienza a prepararse, sucede algo a nivel corporal que le impide ir más allá para pasar a la siguiente etapa.
CAUSAS
Entre las causas más importantes que se deben analizar están las de origen orgánico, para saber si el estado de salud es óptimo, porque los genitales no están separados del cuerpo y pese a que la gente piensa que hay una pastilla milagrosa para lograr una erección aunque esté enferma, deprimida, angustiada esto no es real, porque para que exista una respuesta sexual adecuada se debe contar con un cuerpo en buenas condiciones.
“El cuerpo debe estar bien alimentado, equilibrado y descartar problemas como la diabetes, columna, sobrepeso, disminución de las testosterona, infecciones, antidepresivos, hay que dejar en claro que los genitales no funcionan solos, sino que responden a todo un sistema y el resultado es que no se tiene nada a nivel orgánico sino que tiene un alto nivel de ansiedad”, acotó Salazar.
En especial, a los varones la sociedad les pide que actúen de cierta manera y es cuando sobrecargan su cuerpo con ansiedad lo que provoca que no funcionen bien y terminan dificultando la erección que conlleva una serie de problemas.
“En el caso de las mujeres cuando se descarta algún problema orgánico se apela a los niveles de ansiedad, desde el punto de vista psicológico existen: deprivación sexual, exacerbación del erotismo; abuso sexual seductor, físico y comercializador”, explicó la psicóloga.
Abuso sexual deprivador.- Si la persona sufrió este tipo de abuso, quiere decir que desde su niñez ha vivido con deprivación de su sexualidad y de su cuerpo, es decir, un rechazo a su organismo y, peor aún, a su pareja. Esto se manifiesta con frases que te dicen: cochina o cochino, esto no se toca, no se hace, es sucio, asqueroso y las personas crecen con muchísima represión sobre su forma corporal y, peor aún, sobre sus genitales.
Exacerbación del erotismo.- Si hubo un abuso sexual exacerbador en el niño o adolescente que haya generado una conducta coital precoz, que en algún momento podría ponerlo en riesgo de promiscuidad y que luego esa culpa derive en disfunciones sexuales como el no sentirse satisfecho con nadie.
Abuso sexual seductor.- Cuando una persona ha realizado toques impúdicos en un niño o adolescente, lo que ha generado culpa, cuando tenga algún encuentro íntimo con su pareja, se sentirá manoseada o sucia.
Abuso sexual físico.- Si la persona ha sufrido un abuso físico, porque la penetración deja traumas muy fuertes entonces puede haber una negación del mismo placer u orgasmo.
Abuso sexual comercializador.- Cuando la personas se compara con estereotipos de cuerpos que tanto se venden y que genere rechazo por su forma corporal, porque no se siente hermoso y delgado.
TRATAMIENTOS
La terapia comienza con un reencuentro de la persona para que valore su propio cuerpo, que no centre su vida en un suceso negativo, es un proceso que va dejando poco a poco y una vez superado trabaja con su relación de pareja.
“En el caso del abuso sexual deprivador se le enseña a la persona que los mensajes negativos no son reales y se analiza cómo ha afectado esto a su niñez, adolescencia y edad adulta. En la exacerbación del erotismo se observará lo sucedido en su infancia y adolescencia, porque se piensa que su respuesta sexual debe parecerse a la pornografía que es una distorsión de lo que es una relación coital para que tenga su propia forma de vivirlo”, agregó Salazar.
En la terapia del abuso sexual seductor se trabaja para que el individuo deje de lado al abusador que lo ha tocado e hizo sentir culpable, esto no ha sido responsabilidad del niño ni del adolescente. En el abuso sexual físico cuando se ha sufrido una violación se puede superar con ayuda de una terapia y no callar, porque esto afecta a una relación futura porque crea un temor a tener pareja.
En el caso de la eyaculación retardada se encuentra a hombres que sienten mucha culpa al momento de sentir placer, por esta razón no dan rienda suelta al orgasmo. En el caso del eyaculador rápido no se ha logrado equilibrar su respuesta sexual y ha visto en el coito como el centro en su vida y ha generado una costumbre que se presenta frente a cualquier ansiedad.
En el caso de la disfunción eréctil sucede que no se ha desarrollo algunos reflejos para que exista una buena erección, se tienen que fortalecer los genitales y bajar los niveles de ansiedad para que esto ocurra sin mayor dificultad.
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