BONDADES | LA ACTIVIDAD SEXUAL PUEDE SER MUCHO MÁS QUE PLACENTERA. PUEDE AYUDAR A MEJORAR SU VIDA EN TODO SENTIDO. ¡HAGA LA PRUEBA!
Sexo. La sola palabra ya atrae, sean buenas o malas las intenciones, nadie puede quedar indiferente. Es un mundo lleno de tabúes, de cosas por descubrir, de gustos y disgustos, de sabores, olores, colores, texturas, posiciones… ¿Dejará de leer este artículo querido lector de OH!? No lo creemos, es más, estamos seguros de que llegará hasta el final, sobre todo si leyendo este artículo podrá enterarse que el sexo trae muchos beneficios a la salud, al estado de ánimo y al bienestar general. Tener relaciones sexuales puede ser la forma más placentera de mantenerse en forma. ¿Habría imaginado tantos beneficios del sexo?
¿Cuándo empezar?
Una pareja estable, emocionalmente comprometida y armónicamente compenetrada puede ser una de las grandes satisfacciones del ser humano, no importa si se es hombre o mujer. Sin embargo, se requiere de madurez para disfrutar del sexo, sobre todo si se toma en cuenta que la práctica de las relaciones sexuales conlleva muchas responsabilidades, desde la posibilidad de un embarazo prematuro, hasta la transmisión de enfermedades venéreas, muchas de ellas realmente serias.
Se necesita, no sólo madurez física y emocional, sino también estabilidad para disfrutar del sexo. Hacer el amor debe ser un acto comprometido, sin temores ni resquicios, con la seguridad de que el otro está tan entregado como uno en el momento de tener relaciones. Por ello es fundamental que los padres hablen con sus hijos acerca del tema, les den una correcta educación, información verídica, sin tapujos ni tabúes.
¿Cuál es la edad ideal para tener relaciones? Si existe presión del grupo de amigos, si se toma como un reto o como una prueba, definitivamente no se está preparado. Es fundamental que los adolescentes no asuman que "todos lo están haciendo". Los amigos pueden decir que están teniendo sexo, pero pueden solo decirlo para sentirse bien o para ser populares. Pueden estar exagerando la verdad, o pueden estar inventando cosas a partir de lo que han visto en revistas, en la televisión o el Internet.
La importancia de una conversación a profundidad de parte de padres a hijos (madres o hijas) prioriza el que el o la joven no se deje presionar pos sus compañeros de grupo acerca del sexo. Nadie puede decirle lo que debe hacer con su cuerpo o cuándo lo debe hacer.
Tener sexo para sentirse aceptado o aceptada no hará que su hijo o hija se sienta mejor, más amado o más adulto, y esto debe ser aclarado en el momento en que se tiene la conversación sobre el tema.
Deje claro que una decisión como la de empezar una vida sexual activa no puede tomarse bajo presión, y que tener sexo para retener a una pareja usualmente no funciona. Tampoco es necesario poner obstáculos innecesarios ni miedos radicales, con sólo establecer que el sexo es un asunto serio que debe ser practicado con responsabilidad y sin presión, se ha avanzado mucho en el camino de lograr un adulto feliz y sin inhibiciones.
¿Quién se antoja?
Lejos ha quedado el tiempo en que las mujeres eran pasibles a los requerimientos de los hombres. Hoy también son ellas quienes toman la iniciativa, y esto es parte del disfrute de ambos. Las parejas se vuelven disparejas cuando en todas las áreas de la convivencia, y aún más en la sexual, los roles se vuelven esquemáticos, sin la intensidad que se necesita para no caer en la rutina. Tomar la iniciática para el encuentro sexual no tendría que estar condicionada por el género. Tanto los hombres como las mujeres están “habilitados” por el deseo para insinuar o encarar al compañero. Proponer un encuentro sexual no implica poner en marcha las clásicas acciones explicitas:
mensajes hot, toqueteos, verbalizar las ganas. Existen distintas maneras de tomar la iniciativa y enterar al otro del deseo. Toda relación comienza desde el momento que uno (o los dos) se sienten invadidos por las ganas. Luego vendrán las acciones consecuentes, los avances y retrocesos que conforman una verdadera danza de galanteo.
Las parejas deben asumir el compromiso de enriquecer el encuentro para que no se convierta en rutina. La opción de alternar la toma de iniciativa e ir modificando los mensajes eróticos son formas de evitar la monotonía. El uso de la sorpresa, proponer cambios de lugares, preparar el ambiente, diversificar las poses, usar estímulos visuales (ropa, lencería, películas), o cualquier opción acordada por los dos.
Es simple, déjese llevar por el deseo, siempre y cuando sus deseos no interfieran o irrespeten los deseos, creencias y la realidad de su pareja. (Con datos de Tu Salud, Family Doctor, Entremujeres.com).
HOY TÚ, MAÑANA YO…
1) Tomar la iniciativa no debe estar condicionada por el género.
2) Romper con el mito de que los hombres son más sexuales y a ellos les compete dar el primer paso. Los hombres también gustan de mujeres decididas que se adelanten y provoquen.
3) Si una mujer toma la iniciativa no la convierte en provocadora ni en “sexópata”; sólo es una mujer que disfruta del sexo.
4) Si un hombre se basa en conceptos rígidos y critica la iniciativa femenina está limitando la capacidad humana de ser espontáneos, creativos y congruentes con los deseos de desarrollo.
5) Tener en cuenta que todo encuentro sexual comienza cuando se instala el deseo.
6) Buscar distintas formas de acercamiento: mensajes, llamados, sorpresas, salidas, cambio de espacio, música, aromas, etc.
7) Alternar espontáneamente la toma de iniciativa.
8) No reprimir el deseo y las acciones para el encuentro. Si no hay respuesta, hablar para saber qué está sucediendo. El silencio alimenta miles de conjeturas.
9) Las diferencias en cuanto al deseo pueden resolverse. Muchas veces las desigualdades sexuales ocultan otros conflictos más profundos.
10) La personalidad actúa como factor condicionante en la toma de iniciativa.
(Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo)
Cositas buenas
1. El sexo ayuda a estar en forma
Si odia los gimnasios y no le atrae para nada salir a correr o caminar media hora, tal vez encuentre en el sexo una buena alternativa para quemar calorías. Si bien no sustituye a una rutina de ejercicios, con media hora de sexo puede quemar 85 calorías o más. El gasto calórico que se produce durante el sexo se debe a que en poco tiempo el cuerpo excede su carga habitual de trabajo. Incluso, el roce de los cuerpos genera gasto energético, pues se activa el mecanismo de termorregulación del cuerpo, que acelera el metabolismo. Además, durante el acto sexual adoptamos posiciones y hacemos movimientos que no son parte de nuestros movimientos cotidianos. Los músculos se ponen a trabajar a toda máquina y también resultan beneficiados porque logran tonificarse con el tiempo.
2. El sexo mantiene el corazón sano
Si es de los que teme que tener relaciones sexuales pueda causarle un infarto, despreocúpese. Los investigadores en Inglaterra, después de seguir a más de 900 hombres por 20 años, descubrieron que el sexo no estaba relacionado con los ataques al corazón. Al contrario, los hombres que tenían sexo dos o más veces a la semana tenían la mitad de posibilidades de sufrir un ataque que los hombres que tenían sexo sólo 1 vez al mes. ¿Por qué sucede esto? Al tener relaciones sexuales el cuerpo se activa como si estuviera haciendo cualquier ejercicio aeróbico (caminar, correr, patinar). Así, al tener sexo, se termina fortaleciendo el corazón y el sistema cardiovascular.
3. El sexo reduce el estrés
Si es de los que le dice no al sexo porque está estresado, busque otra excusa. Hacer el amor es la mejor terapia para relajarse y darse la inyección de energía que necesita.
Cuando se tiene un orgasmo, se liberan grandes cantidades de la hormona oxitocina, tradicionalmente asociada con su papel en el enamoramiento, el sexo y el amor por las personas –incluso ha sido llamada “la hormona de la generosidad”-. Esta hormona
hace que uno se sienta revitalizado y deje a un lado las preocupaciones. Además el sexo aumenta el riego sanguíneo, los pulmones reciben más oxígeno y la presión arterial baja, y aumenta la producción de endorfinas, una hormona conocida por mejorar el estado de ánimo.
4. El sexo controla el dolor
Es mejor que no siga usando la famosa disculpa de la jaqueca para no tener sexo, pues resulta que un buen encuentro sexual puede ser el mejor remedio para este tipo de dolor.
Al tener un orgasmo, el cuerpo libera la hormona oxitocina y aumenta la endorfina, haciendo que la sensación de dolor disminuya. Los efectos de la oxitocina en la reducción del dolor han sido comprobados mediante estudios, y es especialmente bueno para calmar el dolor de cabeza, los síntomas del Síndrome Premenstrual (SPM) y los dolores de la artritis.
5. El sexo aumenta las defensas
El tener relaciones sexuales con regularidad, es decir dos o tres veces por semana, puede tener beneficios para su sistema inmunológico.
Un estudio realizado en Alemania por científicos de la Universidad Técnica de Zurich, demostró que el número de anticuerpos del cuerpo aumenta justo después del orgasmo. Esto también ha sido comprobado por varios estudios científicos en Estados Unidos.
6. El sexo reduce el riesgo de desarrollar cáncer de próstata
De acuerdo con los últimos estudios, eyacular frecuentemente puede servir para reducir los riesgos de sufrir cáncer de próstata. En un estudio realizado en Australia se descubrió que los hombres jóvenes (alrededor de los 20 años) que tenían relaciones sexuales caso a diario (mínimo 5 días a la semana) y lograban eyacular exitosamente, reducían sus posibilidades de desarrollar cáncer de próstata más adelante.
En otro estudio publicado en los Estados Unidos, se descubrió que los hombres mayores que tenían más de 20 eyaculaciones al mes tenían menos riesgo de desarrollar cáncer de próstata que aquellos que tenían una sola relación sexual a la semana, o 4 a 7 eyaculaciones al mes.
7. Sexo… y a dormir como un bebé
Nuevamente la hormona oxitocina, que se libera durante el sexo, es la causante de los beneficios. Además de ayudar a reducir el estrés y el dolor, también ayuda a dormir mejor. Y dormir mejor es una de las claves para tener una vida saludable, pues mantiene el cuerpo descansado, ayuda a mantener un peso adecuado y a controlar la presión arterial. Además, nadie puede negar que dormir bien es vital para recargar energías y sentirse positivo.
8. El sexo podría ayudar al control de la orina
Muchas mujeres después de dar a luz, o con el paso de los años, notan que a veces cuando estornudan, cuando tosen o se ríen, tienen dificultad para controlar la orina. Es lo que se conoce como incontinencia urinaria por estrés. Y se debe a debilidad de los músculos pélvicos. Quizá haya escuchado hablar de los ejercicios de Kegel. Son los ejercicios que hace cada vez que quiere parar el chorro de orina por alguna razón. Pues aunque no lo crea, son los mismos músculos que se utilizan cuando se tienen relaciones sexuales. Así que si los usa con frecuencia haciendo el amor, tiene menos posibilidades de tener problemas de incontinencia urinaria.
9. El sexo podría ayudar con su postura
Durante las relaciones sexuales se utilizan los músculos abdominales y los glúteos (las nalgas). Estos músculos sostienen la parte baja de la espalda. Si estos músculos están fuertes y en buenas condiciones, tendrá no sólo a su espalda más contenta, sino una mejor postura. (Dra. Aliza Lifshitd, Vida y Salud).
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