Desde un botón hasta dinero, si tu niño menor de cinco años toma algo ajeno y se lo apropia, no tienes que alarmarte, pero sí, explícale que no todas las cosas que ven sus ojos son suyas, que hay objetos que pertenecen a otras personas y se deben respetar.
Sin embargo si esto se convierte en una costumbre y tu pequeño va creciendo con esa manía, debes ponerle un freno y hablar seriamente con él. “Es normal que un niño pequeño tome algo que le llame la atención y no se debe considerar esta acción como un robo, pero si lo sigue haciendo cuando ya tiene conciencia, por ejemplo del valor que tiene el dinero, es algo inaceptable que debe ser corregido de inmediato”, recomienda el psicólogo Javier Elías.
El experto sugiere a los padres educar de manera más activa sobre los derechos a la propiedad y la consideración hacia los demás. “La mejor manera de hacerlo es con el buen ejemplo. Si los niños ven que sus padres respetan lo ajeno, aprenderán a actuar igual”, agrega.
La psicóloga Katia Oporto enfatiza en la responsabilidad que tienen los padres. “Si se lleva a un niño de visita a casa de algún familiar o amigo, se le debe repetir antes de llegar que no se debe tocar nada que no sea suyo y menos si se trata de dinero”.
A veces los pequeños suelen decir “me encontré” este juguete, moneda o billete en la mesa, el piso, el baño u otro sitio. Aclárale que dentro de una casa no puede encontrarse nada, ni en el aula de su colegio, porque todas las cosas en estos lugares tienen dueño.
Incluso si halla algo en un lugar público, debe llevarlo a algún punto de referencia para que los encargados busquen al propietario. “Sólo si encuentra algo en la calle o en un parque donde las personas están de paso, podría quedárselo”, agrega Elías.
Las reglas deben ser claras: si el niño o adolescente incurre una y otra vez en levantar algo que no le pertenece, se le debe impartir un castigo severo para que entienda que no es un juego lo que está haciendo. “Debes enseñarle a hacerse responsable de sus actos y, por tanto, devolver con su esfuerzo si, por ejemplo, gastó dinero ajeno”, dice Elías.
Si el niño mantiene esta conducta de forma persistente a pesar de haberse tomado medidas, probablemente es resultado de un problema mayor en su desarrollo emocional. Los niños que roban repetidamente tienen dificultad para confiar en los demás y para establecer buenas relaciones con otros. Algunos incluso lo hacen por el temor a depender de cualquiera, de manera que hurtan lo que necesitan sin pedirlo.
Explicación
Si tu niño levanta algo que no es suyo y se lo apropia, explícale que eso no está bien, pero además acompáñalo a que lo devuelva y pida las disculpas del caso. Si lo vuelve a hacer, dale un castigo serio, sin ir a los golpes, y si aún no entiende, busca ayuda profesional.
Transgresión
Si por ejemplo aparece con un estuche de lápices muy moderno y el chico dice que se le cayó a su mochila, explícale que lo mejor es que, si desea tener algo, lo pida. Y que apropiarse de lo que ya tiene dueño se llama robo y es un delito contra la sociedad; dile además que esta acción puede ser castigada severamente.
Confusión
Cuando esto ocurre en la adolescencia, los chicos creen que lo que hacen los llena de virtudes porque pueden demostrar a sus compañeros que ellos sí pueden hacer lo que quieren, se sienten valientes y lo toman a broma. El problema es que se les puede hacer costumbre.
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