¿Tan jovencita y ya tienes un hijo? ¿Ese es tu hermano menor o tu hijo? Es la pregunta que muchas personas hacen. Cada vez es más normal ver mamás y papás a temprana edad. Para ellos es importante tener claro qué les compete como jóvenes progenitores, cómo deben cumplir su rol y de qué forma no desviar responsabilidades.
Para muchos jóvenes la noticia de un embarazo a temprana edad puede cambiarles los planes que a corto plazo habían establecido. Estudios o viajes pueden frenarse por un tiempo. Pero lo cierto es que más allá de la primera crisis tras la noticia, muchos se animan a entregarles lo mejor a sus hijos.
Hay madres solteras que enfrentan sus vidas solas para sacar adelante a sus hijos. Madres que no tienen pareja y que ahora son las jefas de su hogar.
Es por ello que los jóvenes deben tener responsabilidad personal es decir respetarse a sí mismo una vez definida su orientación sexual, y aceptarla. No hacer mal uso de su sexualidad con actos que más tarde le originen sentimientos de culpa, y buscar un buen consejero si tiene preguntas qué hacer.
También la responsabilidad social es primordial, cuidarse de no contraer enfermedades de transmisión sexual y no dañar a otras personas cometiendo violencia (física o mental) y ser racional en cuanto al ejercicio de la sexualidad activa. Mirarlo como parte de la vida, no como todo lo que hay y como el máximo disfrute, sino como el complemento de la pareja y el sentimiento que merece.
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