Tienes una relación larga con ella y las cosas siguen funcionando, pero tu vida sexual ya no es la de antes. Ya no hay sorpresas y has entrado en un tipo de rutina, en la que el sexo no es muy frecuente... entonces sacúdete, porque estás pasando por una etapa de deterioro sexual con tu pareja.
No obstante, según un nuevo estudio de la Universidad de Toronto (Canadá), publicado en la edición de mayo de la revista Social Psychological And Personality Science, el secreto para sostener el deseo sexual en una relación a largo plazo sería algo simple.
ASPECTO IMPORTANTE. Según consignó The Huffington Post, basándose en la investigación, las personas tienen sexo regularmente cuando saben que este aspecto es importante para sus parejas y, por ende, para la salud de su relación amorosa.
Para llegar a estos resultados, los expertos investigaron durante 21 días -con un seguimiento de 4 meses posterior al período inicial- las relaciones de 44 parejas heterosexuales con edades entre los 23 y 60 años, que llevaban juntas entre 3 y 39 años.
Tras ello, descubrieron que en promedio los participantes dijeron tener sexo con sus compañeros de vida una vez a la semana.
Sin embargo, los voluntarios que tenían una mayor motivación para responder a las necesidades de su pareja tuvieron niveles más altos de deseo sexual en el lapso de 21 días, el cual se mantuvo en alza durante los meses de investigación.
En la vereda contraria, los individuos con un menor compromiso para satisfacer las necesidades de su pareja reportaron menos deseo sexual en las tres semanas iniciales, el cual disminuyó durante el período de 4 meses.
Lo llamativo, es que estos resultados se mantuvieron independientemente de otros factores que, a primera vista, podrían incidir en la motivación para satisfacer las necesidades de la pareja, como la edad, la duración de la relación y el hecho de si tenían hijos o no.
SATISFACCIÓN. Cabe señalar, que estudios anteriores demostraron que las personas que tienen mayores niveles de deseo sexual suelen estar más satisfechas con sus parejas. Incluso una investigación de 2009 halló que, pese a que la frecuencia en la actividad sexual decrece con la edad, el deseo sexual no baja.
Conocer mejor nuestras propias necesidades, deseos y sensibilidades, así como las características y pormenores de la sexualidad humana sin prejuicios ni mitos.
Según los psicólogos Sheree Conrad y Michael Milburn, de la Universidad de Massachusetts (EE.UU.), una gran cantidad de personas siente algún grado de insatisfacción con su vida sexual, pero no lo admite y, al no reconocer el problema, no consiguen resolverlo.
INDAGAR. Para la psicóloga clínica chilena Esther Morales, 'la sexualidad nos parece algo más ligado a los instintos que a la inteligencia, pero la dimensión erótica de cada persona está determinada por su coeficiente de inteligencia sexual, que constituye una parcela muy importante de su capacidad intelectual'.
La persona sexualmente inteligente se quita la pereza, indaga para saber más de la sexualidad, busca en su propio interior y se relaciona reconociendo que todos somos novatos al rozar otra piel por primera vez, de acuerdo a Sonsoles Fuentes, autora del libro 'Inteligencia Sexual'.
El diccionario define la 'inteligencia' como la capacidad de entender o comprender. Esto, según los expertos, también puede y debe aplicarse al conocimiento de la sexualidad de uno mismo y los demás. La inteligencia sexual no es un talento innato sino una habilidad que se aprende. Cuando se ejercita, sus efectos pueden ser tan placenteros como sorprendentes, según los expertos.
CONOCERSE. Para la psicóloga y sexóloga Marian Frías, uno de los componentes del concepto de la inteligencia sexual (IS), introducido por los psicólogos estadounidenses Sheree Conrad y Michael Milburn, radica en que 'cuando uno se conoce y se escucha a sí mismo, sabe cuáles son sus puntos de placer y aprende a comunicárselos a la otra persona, su vida sexual será más plena'.
Esta es una de las ideas que ha aplicado en su libro 'No molestar', donde invita a detenerse y darse un tiempo para uno mismo, y señala que lo más importante es conocernos como personas, saber cuáles son nuestros objetivos, sueños, capacidades y actitudes y, también, cómo somos respecto del sexo, qué es lo que nos gusta y nos hace sentir bien.
Según esta experta (www.marianfriaspsicologa.com) 'sólo nosotros somos responsables de nuestro propio placer y debemos decirle al otro qué es lo que nos gusta y lo que no, lo cual es complicado y aún nos cuesta hacerlo, pero ese es el camino'.
Inteligencia Sexual
Un grupo de científicos de la Universidad de Ámsterdam están concentrados en una serie de investigaciones relacionadas con el acto sexual entre humanos. Un reciente trabajo de ellos indicó que las personas que tiene un mejor desempeño en exámenes intelectuales se encuentran sumamente excitadas.
Los entusiastas expertos han obtenido otro descubrimiento importante: que la satisfacción sexual promueve el crecimiento del cerebro.
Durante las pruebas, los participantes tuvieron que resolver una serie de problemas los cuales requerían el uso del “pensamiento crítico”. Ello reveló lo siguiente: quienes estaban pensando en sexo obtienen un mejor rendimiento.
Un estudio de la Universidad de Princeton Nueva Jersey respalda dichos resultados. En un experimento con ratas de laboratorio descubrieron que el crecimiento de la célula cerebral en dichos roedores sexualmente activos es mucho más acelerado en comparación al crecimiento de las ratas vírgenes. (con información de Informe21.com)
Para el cerebro
Para Conrad y Milburn, profesores e investigadores de la Universidad de Massachusetts (EE.UU.) y autores del libro 'Inteligencia Sexual', incluso en una sociedad libre de tabúes seguimos sin hablar lo suficiente con nuestra pareja acerca de nuestros deseos y necesidades sexuales.
Estos psicólogos estadounidenses estudiaron las apetencias sexuales de más de quinientos individuos, desde adolescentes hasta jubilados, a través de un test que permite comprobar el nivel de IS de quien lo contesta y establecer hasta qué punto está satisfecho sexualmente.
Basándose en las conclusiones de dicha investigación, que volcaron en su libro, Conrad y Milburn destacan que tres de las claves más importantes para desarrollar la IS, consisten en "identificar aquellos ámbitos en los que les conviene centrarse para obtener una mayor satisfacción sexual, hablar de sexo con la pareja y superar las inhibiciones que desmejoran la vida erótica".
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