¿Es posible perdonar una infidelidad?

Unos dicen que sí, otros que no, que jamás se podrá borrar la herida. El tema es complejo, aseguran los expertos en conducta humana. Usted que está leyendo estas páginas, ¿qué opina?

Una vez hecha la herida el dolor es inevitable. Tanto el dolor como el perdón dependerá de la forma en la que uno perciba los errores o engaños desde las vivencias familiares o creencias preestablecidas, afirma la terapeuta familiar Ingrid Saavedra Ferrufino, que ha intervenido en la orientación a casi una decena de casos de parejas afectadas por infidelidades en procura de consejos y apoyo sicológico.

Predisposición
Las actitudes que se adoptan frente a situaciones de engaño a la pareja, sea hombre o mujer, dice Ingrid, responden, por un lado, a nuestros esquemas mentales. Es que culturalmente estamos hechos para el sufrimiento frente a la infidelidad.
Por otra parte, existe una predisposición masculina a los engaños, a lo cual hoy se suman las mujeres a las grandes cifras de traición en el compromiso de amor como respuesta a un machismo retrógrado y pasado de moda.

¿Volver a confiar?
La comunicadora social Rosario Justiniano, al respecto opina: cuando uno ama a su pareja solo tiene ojos para ella y la fidelidad es ‘algo’ natural. Además, si la relación es buena es difícil que ingrese una tercera persona. Pero en el momento en que ocurre la infidelidad, ya sea de parte del hombre o la mujer, es como si una copa se rompiera en mil pedazos, constituyéndose en una misión imposible pegar esos pedacitos para volver a empezar como si nada hubiera pasado.
Aquí no se trata de perdonar o no, sino de volver a confiar en la pareja.

Posisiones de género
Sobre la base de casos que ha atendido, el dirigente de la Sociedad Cruceña de Siquiatras, Nils Noya Tapia, sostiene que en muchas situaciones las esposas responden a aquel criterio de que el marido hasta tiene derecho a ser infiel por ser hombre. “Pero eso es una idea antigua, ya que las mujeres que se sienten desatendidas o que no les llena su pareja, lo dejan más rápido que antes. Depende de su situación de dependencia, más que todo económica”, añadió.
El problema parece mayor cuando el marido es el afectado. El ego del varón es más débil y generalmente casi nunca se recupera.

¿Es posible perdonar?
Es una pregunta frecuente en los consultorios psicológicos, señalan los expertos.
“Puede perdonar aquella persona cuyo amor sublime ve en el otro un arrepentimiento real y único, y que está dispuesto a recordar este dolor para ponerlo dentro de sus archivos, no con el afán de chantajear y manipular, si no de recordarlo como una experiencia más dentro de su relación… y a partir de ello generar crecimiento en su vida, ya sea con la misma u otra pareja”, dice Ingrid Saavedra.
Para Noya el hecho de perdonar es muy relativo, ya que conlleva un problema de resentimiento muy profundo por los problemas y discusiones que genera la infidelidad. Y ese resentimiento, si no se supera, mantendrá una agresión activa o pasiva en la pareja, que lo hace a la larga intolerable. “Hay parejas que pueden aparentemente ‘perdonar’ pero que mantienen esa agresividad latente en las relaciones, afectando principalmente a los hijos”, indica.

El caso de Keila
Ingrid comentó uno de los hechos experimentados en su consultorio, donde la terapia significó, para muchas personas, descubrir un área que desconocían.
Tal es el caso de Keila, que a pesar de las continuas infidelidades de su esposo siguió con él. Fumaba mucho. Tuvo problemas laborales. Subió de peso y presentaba un cuadro depresivo.
Keila me decía: “lo amo y no lo puedo dejar, pero no lo perdono y nunca lo perdonaré”. Esto demuestra afectos confusos y dependencia emocional.
Keila no podía perdonar, pero además experimentaba dificultades emocionales que no le permitían valorarse y su situación iba en declive.

Sí, es posible
Sin embargo, existe la posibilidad de elegir el perdón siempre que haya arrepentimiento, señala la terapeuta familia.
“Es posible, como me dijo una paciente: perdono la infidelidad de mi marido, porque creo en el amor”, concluyó.

“Perdoné pero no olvidé”

“Es preferible perdonar que deshacer un matrimonio. La infidelidad no es más que una condición humana. Todos estamos expuestos a fallar. Cuando se perdona la infidelidad es posible reconstruir un hogar basado en principios cristianos. Claro que esto implica un cambio de escenario y de una manera de pensar y actuar de ambas partes. Existen muchos casos de matrimonio reconstituidos que ahora viven una vida sana y forman hijos saludables después de una traición. Esto implica una verdadera convicción de transformación para dejar de lado las cosas negativas que afectan a la pareja y que se ven reflejada en los hijos. Olvidar es la tarea más difícil para el ser humano, sobre todo cuando una acción es repetitiva. La traición es el sentimiento más humillante que experimenta una persona. Es difícil volver a comenzar cuando no hay un cambio de actitud.
Sandra N.

Punto seguido

No hay recetas. El amor y el perdón son sentimientos vividos de una manera única e irrepetible, por lo tanto difícilmente podremos tener recetas para apaciguarlos o exterminarlos.

Diferente. Alguien comete un desliz en la relación y otro es infiel continuamente. La pareja del primer caso puede perdonar y restablecer la unión. En el segundo podrá pensarse en un hecho de tipo patológico que necesita tomar otras decisiones con sus vidas.

Para reflexionar. Es posible renovar el amor. Todos los matrimonios sufren crisis. El no perdonar supone una atadura que daña la vida en sus distintas manifestaciones y somete a una esclavitud personal.

Testimonios y comentarios

De este tema se habla mucho, sobre todo de casos personales, y por la misma razón se guardan los nombres en reserva

Ellos

“Se puede perdonar, pero después de mucho tiempo, eso lo sé por experiencia, porque es muy dificil olvidar esa infidelidad”.

“Junto al perdón hay que olvidar y no traer el tema del engaño en las discusiones normales de la pareja, por cualquier otra causa”.

“Podés perdonar a la persona siempre y cuando la amés y estés convencido de que la otra persona también te ama”.

Ellas

“Perdonar es darle otra vez confianza a la pareja, sin que la inseguridad atormente, porque en todo matrimonio es importante la unidad”.

“No, eso de perdonar una infidelidad es como aceptar que no tenemos dignidad ni valor propio. No creo que se pueda vivir con tranquilidad”.

“Yo creo que sí se puede llegar a perdonar pero nunca se podrá olvidar. Por otro lado, quien te la hace una vez seguro te la puede hacer dos veces”.