Tengo un hijo de 11 años, llevo divorciada 2 años y he conocido a una persona que está empezando a ser importante en mi vida. Mi hijo se niega a que la rehaga de nuevo, dice que unos padres divorciados no tienen derecho a tener de nuevo pareja", comenta M.J. una mujer de 31 años. Esta es una actitud que se repite en muchos hogares, en donde los padres son divorciados y los chicos se muestran reacios a que ellos rehagan su vida, ¿qué hacer?
"El proceso para introducir a la nueva pareja debe llevar su tiempo", manifiesta el psicólogo Óscar Urzagasti. "Pero también es importante saber delimitar el rol de pareja y el rol de mamá o papá", enfatiza.
Negación y culpa. Para el experto en este tipo de rechazo hay que tomar en cuenta que todo proceso de divorcio es un duelo para el niño o joven, lo cual significa asumir la pérdida de alguien querido y al aceptarla surge la negación que hace ver que esto no está pasando. "Es una fase normal, pero en algunos divorcios complicados esta se extiende y es ahí que puede aparecer este problema de no aceptar que sus padres rehagan su vida", añade.
En otras situaciones, lo que sucede también es que muchos chicos se niegan a aceptar a las nuevas parejas de sus padres porque sienten que al mostrarles algún tipo de afecto traicionan a sus progenitores naturales y ahí juegan con la culpa prefiriendo mantenerse en lealtad con el padre que se encuentra fuera del hogar.
Consultar sin ir más allá. En el caso de que una persona quiera rehacer su vida, es importante que involucre a los hijos. "Hay que plantear la situación con tranquilidad y en pequeñas dosis, hacerlos partícipe de lo que ocurre, pero sin pedirles su aprobación o su consejo", agrega Urzagasti.
Ahora, en caso de que venga el rechazo, no es sugerible que se deje a la pareja porque el hijo lo pide, ya que de surgir esto de alguna manera el chico estaría adquiriendo mucho poder, lo importante es que cada uno pueda reactivar su vida afectiva de la mejor manera pero sin afectar a los demás.
Actitud en el entorno. Ante el rechazo, los padres deben saber diferenciar su rol de pareja y su rol de mamá o papá, no se debe mezclar ambos, lo ideal es buscar el trasfondo de la actitud y tratar de solucionarlo hablando y con mucha paciencia; también es parte del nuevo cónyuge el no involucrarse en roles que tal vez están siendo ocupados de una buena manera por uno de los padres, por ejemplo que este cónyuge entre y obligue al niño a decirle mamá, siendo que tiene a la mamá cerca y no la puede reemplazar. "Hay que dejar que el proceso de adaptación se dé de a poco y este puede durar hasta dos años", concluye el experto.
Los pasos, poco a poco, es mejor
Los pasos para introducir a la nueva pareja pueden variar según cada caso, pero puede aplicar lo siguiente.
1.- Puede ir hablándole a su hijo de a poco de esa nueva persona, hacer que el niño o joven vaya acostumbrándose a esa nueva presencia en la familia.
2.- El primer contacto, lo mejor es que no se produzca en el hogar y que sea breve: desarrollando una actividad que sea gratificante para los chicos.
3.- La convivencia será según los hijos hayan aceptado previamente a la nueva pareja. Antes de iniciar la convivencia, hay que ponerse de acuerdo y delimitar claramente los límites y normas de la nueva familia.
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