La edad ya no importa
Estés en los veinte, los treinta, los cuarenta o tengas más de cincuenta, si te cuidas, haces ejercicio, sabes vestirte y tienes la actitud adecuada, tu edad pasará a un segundo plano.
Actualmente una mujer soltera, sin hijos y en torno a los cuarenta ¡puede ser un bombón! Tanto si acabas de terminar una relación como si no te sientes preparada para tenerla aún, dale prioridad a tu vida y no te sientas mal por ello.
Encantada en tu piel. Aprovecha esta etapa para ponerte más guapa con el trío ganador: buena alimentación, ejercicio a medida y algunos tratamientos de estética adecuados a tu edad.
Acuérdate de la rutina
Seguro que echas de menos tener a alguien con quien acurrucarte en el sofá, ir al cine, salir a cenar y a quien llamar para contarle cómo te ha ido en el día.
Para, no empieces a acordarte sólo de lo bonito, piensa también en lo aburrida que puede llegar a ser una relación cuando pasa el tiempo, en lo dura que resulta la rutina y la falta de emociones.
Ahora puedes volver a sentir mariposas en el estómago con una primera cita, recuperar la ilusión por cuidarte y arreglarte, apuntarte a todos los planes que hagan tus amigas más todos los que a ti se te ocurran. Te sentirás encantada de que tu vida sea de todo menos rutinaria.
Me apunto… ¡A todo!
¿Cuándo tenías novio tenías que hacer malabares para ver a tus amigas y te perdías casi todos sus planes? Seguro que entonces te compensaba, pero ahora ya no tienes por qué perderte nada.
Piénsalo, has recuperado tu libertad en mayúsculas, ya no tienes que dar explicaciones a nadie, puedes organizar tus horarios y tus vacaciones como quieras, hacer todos esos viajes pendientes que tenías...
Y hablando de viajes, ¿por qué no probar la experiencia de viajar sola? Si nunca lo has hecho, te sorprenderás de cómo cambia la perspectiva y tu propia energía: estarás absolutamente abierta y predispuesta a conocer gente, a dejarte llevar, a descubrir el mundo con nuevos ojos.
>Soltera, con niños y ¡encantada!
Es una realidad, pasados los treinta es fácil verse soltera y con niños, una situación especialmente interesante. Estamos seguras de que adoras a tus hijos, pero ahora puedes volver a tener tiempo sólo para ti cuando estén con su papá.
¿Eres consciente de lo que eso supone? Dormir, descansar, poder quedar de nuevo con tus amigos, tener citas, ir al gimnasio, planificar viajes, retomar tus aficiones… En definitiva, recuperar tu vida social y volver a tener un espacio propio en el que vuelves a ser mujer además de madre.
Éste también puede ser un gran momento para profundizar en la relación con tus hijos y hacer cosas diferentes, por ejemplo, un viaje.
Por fin tendrás tiempo
Tener una relación puede ser estupendo pero también algo alienante cuando tu espacio propio, ya sea por las exigencias o el cuidado de tus hijos, acaba reducido a cero.
Si llevabas toda la vida postergando ese curso de teatro, sin tiempo para ir al gimnasio, para aprender idiomas, hacerte un tratamiento de estética, un curso de cata de vinos o simplemente dedicarle más tiempo a tu carrera laboral, es el momento de resarcirte. O simplemente de utilizar tu tiempo para no hacer nada de nada. Te parecerá un auténtico placer poder dedicarle las 24 horas del día a lo que quieras ¡y no sentirte culpable por ello!
¿Falta de sexo?
Lo sabemos, éste es uno de los posibles ‘contras’ de la soltería. O no. Todo depende de lo que tú quieras. Precisamente ahora que estás soltera puedes disfrutar del sexo sin compromiso.
Te encantará. Ponerte al día en materia sexual y descubrir las numerosas posibilidades que tienes para disfrutar del sexo tú sola, la tecnología en materia de juguetes eróticos ha avanzado mucho.
Momento de aventuras
Como no vas a estar soltera para siempre, aprovecha el tiempo al máximo para hacer todas esas locuras que se te ocurran o te propongan.
¿Nunca sales entre semana? ¿Nunca has conocido a nadie por Internet? ¿Nunca has ido a la India? Es el momento de romper tus esquemas y dejarte llevar.
¿Y si vuelves a salir a bailar por la noche? ¿O si te apuntas a clases de boxeo? Piensa en todas esas cosas que hasta ahora no habías podido hacer, no te atrevías a probar o te parecía que no eran para ti. Estarás encantada de demostrarte que puedes hacerlo.
Esos pequeños placeres
¡Bendita libertad! Por fin el control de la tele vuelve a ser tuyo, puedes dejar que la ropa y los platos sucios se amontonen, comer a la hora que quieras y ver todas las series y películas que te apetezcan. Darte largos baños de espuma, dormir en el medio de la cama, depilarte en el salón, pedir sushi para cenar cuando se te antoje, desayunar fuera, invitar a casa a todas tus amigas… Para celebrar lo encantada que estás, abre una botella de vino en tu honor y brinda por ti.
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