miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cómo cambiar el patrón sexual masculino, antes de...



Un problema latente: una mujer escribe que con el tiempo su relación a nivel sexual ha llegado a ser monótona y que desea efectuar el cambio, ¿pero cómo? Para comenzar, ella no sabe cómo excitar a su marido sin la necesidad de la penetración, es decir, continuando el patrón sexual que han construido entre los dos, y que tal cual se ha definido por siglos en la humanidad.

Ella escribe: “Soy una mujer de 31 años. Desde hace 13 años comparto mi vida con un hombre. Ahora nuestras relaciones sexuales están cayendo en la monotonía. Al principio había mucha excitación y mucha pasión cuando estábamos en la cama… luego esto se acabó. Entonces él cambió su forma de hacerme el amor y yo simplemente lo sigo... pero llega el momento de que yo innove y no sé cómo hacerlo... no sé cómo excitarlo si no es con la penetración”.

Tácitamente, lo que esta lectora está experimentando es un bloqueo, para lo cual no hay solución o respuesta automática, pero que muchas personas ahora enfrentan, pues la razón del bloqueo está admitida socialmente. Al igual que ella, otros, por todas partes, que están intentando rediseñar y reajustar la sexualidad sin ningún itinerario establecido -justamente para hacerla nueva e interesante-, también se encuentran parados, bloqueados, preguntándose cómo avanzar sin el foco en el coito como hasta ahora ha sido, o aun más, tratando de cancelar totalmente la fabricación establecida del coito.

Pero si no va a tener sexo con coito, ¿entonces qué se hace? Es bueno que ella haya podido poner este dilema en palabras, notar su propio proceso de pensamiento. Esta mujer establece implícitamente la penetración como su contribución al ‘sexo’, una contribución que la mayoría de los hombres, a propósito, dan por sentado, asumiendo que es el comportamiento ‘automático’ de una mujer. Quizás con sus palabras podemos empezar a resolver el dilema.

Comencemos por pensar en lo que de verdad desean expresar nuestros cuerpos, lo que deseamos hacer, y así creemos nuevos comportamientos. Algunas mujeres chocan con otro bloqueo después de idear la situación sexual: su pareja no quiere diseñar una manera alterna de sexo que no se centre en el coito; tanto así que cuando una mujer intenta mover su cuerpo de otro modo, él responde negativamente, o no puede responder, indicando su deseo de continuar con la forma tradicional.

Raramente la mujer tiene la oportunidad de llevar el papel principal, es decir, conducir en un territorio nuevo, con excepción del de invertir papeles, haciendo de ‘dominatrix’ (o sea, igual, pero haciendo de él).

Desde la perspectiva de un hombre, se cree que mientras estimule el clítoris hasta el orgasmo, él ‘la dejó tener sexo a su manera’. Incluso si él ha estimulando manual u oralmente a su pareja hasta ‘antes de’, cree que quedará excitada y satisfecha ‘más adelante’, cuando comience para él el acto principal. Después, la mujer detectará eso y se sentirá desinflada o derrotada, incluso asaltada en su buena fe, más que excitada.
Va una sugerencia para mujeres y hombres: comiencen a pensar en el ‘clímax’ del sexo como un estupendo momento de supererotismo, al prolongar esa vibrante sensación, ese hormigueo del deseo; no piensen en el ‘punto máximo’ como la ‘penetración’ o ‘el acto’.

Enfóquense en el ‘sexo’ como ese momento cuando se desbloquean sus sensaciones más frenéticas y descontroladas y de las de su pareja; una vez ocurre un intercambio erótico, los cuerpos hablan, el uno al otro. Cuando usted accede al espacio de la intimidad, solo puede abrirlo con su imaginación. Atrévase a compartir su imaginación (y esperemos que la otra persona esté lista para escuchar).

Creer que ‘algo más’ que no sea ‘el acto’ es menos o secundario, es el peor prejuicio, pues bloquea y no permite explorar en la sábana algo más grande para descubrirse y por expresar.

Por otro lado, cuando la pasión empieza a agotarse y los momentos sexuales comienzan a disminuir, hay que hacer un alto y tratar de recuperar lo que se está perdiendo, pues de ahí pueden generarse problemas que pueden terminar por destruir definitivamente la relación.

Si la monotonía llega a la relación, el estrés de la oficina nos envuelve o el cansancio de las labores diarias nos apaga, es necesario dejar de lado la típica excusa de “¡hoy no!, tengo dolor de cabeza”. Una o hasta dos veces son válidas, pero con el tiempo las excusas van apagando la llama de la pasión y las consecuencias pueden ser catastróficas para la pareja, generando desde una infidelidad hasta el rompimiento definitivo de la relación.

Si está sucediendo esto, es hora de buscar el remedio para impedir que trascienda el problema. Estas son algunas ideas que se pueden poner en práctica para evitar que la pasión se acabe.
Se puede buscar una escapada romántica de fin de semana con la pareja. El clima frío (con ayuda del acondicionador de aire), vino y un buen jacuzzi en la habitación puede sonar cliché, pero enciende la pasión.
Buscar intimidad en lugares donde nunca lo hayan hecho juntos. La cocina resulta un escenario excelente, sobre todo si utilizas frutas y chocolates que estimulan la serotonina, hormona que tiene grandes beneficios en las sensaciones durante la relación sexual.
Practique un buen streptease, con una falda corta y una camisa con ropa interior muy sexi, música que incite la pasión y luz de velas de colores. ¡En el sexo todo está permitido!

ESTRATEGIAS

- Compre en un sex shop algún juego erótico de posiciones o aceites de sabores y olores con los que pueda explorar cosas diferentes.

- Antes de acostarse al lado de su pareja, sorpréndala usando una camisa suya entreabierta y sin nada debajo. Para ellos es muy excitante.

- Hágale a su pareja un masaje de la cabeza a los pies con un aceite relajante, sin acercarse mucho a sus partes más íntimas para crearle expectativa. Tóquela poco a poco hasta generar su completa excitación. No olvidee hacerlo con ropa muy ligera e insinuante, apague la luz y prenda velas aromáticas.

- Envíele fotos tuyas por medio de mensajes a su celular con ropa ligera y sugestiva (o sin ropa), puede crear mucha expectativa.

- Vean una película. No necesariamente tiene que ser pornográfica, a menos que ambos lo deseen. Esta lista, que mezcla lo sensual, lo instintivo y la buena narración, puede ser útil: Como agua para chocolate; Encrucijada de pasiones (Two Moon Junction); Propuesta indecente; Nueve semanas y media; Shame.

No hay comentarios:

Publicar un comentario