Según la sensibilidad del niño y, sobre todo, de la edad que tenga, un cambio de casa o de ciudad puede afectarle en mayor o menor medida. Ante esta situación, la psicóloga psicoterapeuta, Cindy Cáceres, del "Centro Integral Etapas", dice que los padres deben ayudar a sus niños en todo lo posible cuando tengan que vivir situaciones que puedan afectar a sus rutinas y a su estabilidad emocional.
Encarar el cambio. Se debe incidir en los puntos positivos del cambio, señala la especialista. “Si dice que echará de menos su habitación, le haremos ver todas las ventajas de su nuevo cuarto e incluso, le haremos partícipe, en la medida de lo posible, de la colocación de sus cosas en su cuarto, ordenándolo como ellos quieran", aconsejó. En este sentido, es fundamental recalcar las cosas nuevas que tendrá e intentaremos cambiar de alguna forma la disposición de su antigua habitación, ya que a los niños pequeños les ilusionan las novedades. También hay que hacerle ver todas las cosas buenas que tiene la zona: cercanía del colegio, espacios de juego, etc, acotó.
En cuanto a los amigos. Otro punto crítico es que los niños crean que van a dejar de lado las amistades que han hecho, por lo que debemos contarles que seguirán manteniendo el contacto con sus amigos, pero que, además, conocerán a otros muchos nuevos, indicó Cáceres. La idea principal que se debe tener en cuenta es la percepción que tiene el hijo ante la mudanza. Quizá alguno acepte feliz la mudanza pero otro puede que se mantenga reacio a hacerlo, a ambos se les presenta las mismas ventajas de la nueva casa, pero ambos la perciben de manera diferente.
Edad prescolar. Los niños en edad prescolar por lo general también tienen facilidad para adaptarse al cambio, si bien ya cuentan con una rutina, un ambiente familiar aún no tienen una clara percepción de lo que sucede, por lo que los padres pueden lograr que la nueva casa se torne un lugar deseado por ellos.
Por otra parte, la psicóloga indica que los niños que sufren más con la adaptación a la nueva casa son niños prescolares que hayan atravesado recientemente cambios traumáticos como la muerte de un ser querido o el divorcio de sus padres; o cambios que sean importantes para ellos, como el paso de la cuna a la cama, el cambio del jardín de infancia, etc.
Escolares. Para el caso de niños en edad escolar, se suman a estos cambios el sentimiento de desprenderse de personas o cosas como los amigos del barrio, el parque donde suelen jugar, su rincón especial de la casa que van a dejar, o personas del barrio que ven a diario como la señora de la venta, el sereno etc., por lo que tendrán aún más cosas que perder.
Consejos y cosas para tomar en cuenta
En el caso de niños mayores a los 3 años de edad, es importante tomar en cuenta lo siguiente:
1. Se debe explicar claramente al niño, y de una forma positiva, el porqué de la mudanza. Y en el caso de que el niño haga preguntas, no dejarlo sin respuestas.
2. Es aconsejable que familiarice al niño, de la mejor forma posible, con la nueva casa y sus alrededores. Enseñarle fotografías, mapas, etc. Además, si es posible, llevar al niño a visitar la nueva casa.
3. A los niños les gusta las novedades. Describe el lugar donde está ubicada la nueva vivienda.
4. El mejor momento para una mudanza de casa es en el período de las vacaciones escolares. Si se observa que el niño tiene condiciones de colaborar, entonces inclúyalo.
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