¿Qué factores actuales distancian a los hijos de los padres? Hay un desconocimiento del cambio psíquico, lo que llamo la simetría inconsciente. Se trata de un proceso por el cual los chicos, desde la más tierna infancia, copian a sus padres como en un espejo. Los copian y quedan inconscientemente en paridad con el adulto, es decir que sienten igual que los padres. Los niños creen que tiene la misma posición que sus padres y, a la vez, siguen formando parte de un todo con ellos. Esto significa que no se terminan de separar, de individualizar. Están en paridad con el adulto, pero en la vida real están en dependencia y el crecimiento, la maduración, son mucho más difíciles que antes, es más difícil ser adultos y hacerse cargo de su propia vida. ¿Cómo se puede enfrentar este proceso psicológico? Hay que reconstruir la jerarquía que tenía antes el adulto, incluso al hablar. La desmotivación en la relación entre padres e hijos, tiene que ver con el poner límites como en el modelo autoritario, cuando se decía que el chico tiene que hacer algo porque el padre se lo ordena. Ahora, hay que pedirle al niño. Hay que lograr que el padre se gane al chico, le toque el corazón, le haga entender que puede ayudar, participar, para eso hay que hacerle sentir útil y que vale su opinión, que uno los necesita. Entonces, el menor siente que lo valoran y confía en sus ideas, sino será inseguro. En este contexto, ¿qué papel juega la tecnología, en la relación entre padres e hijos? Existen factores positivos y negativos. Lo negativo es que la tecnología confirma que todo se puede de manera inmediata y los chicos tienen la concretud de que todo se puede. La tecnología lo único que hace es potenciar o agravar la inmediatez y la concretud que tienen en su cabeza. Por ello, es necesario reforzar el lugar de padres para utilizar estas nuevas tecnologías y reconstruir la idea de diferencia entre grande y chico. La simetría hay que sacarla de la cabeza, porque es el lugar donde todo se puede. Lo que vamos a hacer en estos talleres en La Paz es dar herramientas a los padres y educadores para llegar a los niños e incluirlos, hacerlos participar, para darles nuevas maneras de comunicarse y lograr buenos resultados. Otra cosa que vamos a enseñar es el no contagiarse emocionalmente, que es algo muy común. El niño se enoja cuando se le pone cierto límite, entonces el padre o la madre, a los dos minutos, se contagia el enojo del chico y termina peleando con él. Si uno no aprende a no contagiarse, puede mejorar la comunicación. Los padres de hoy también tienen poco tiempo... El tiempo que estén los padres en casa con los chicos debe ser aprovechado para comunicarse y promover inclusión. El problema es que el chico sólo cree en la autenticidad. Los chicos saben percibir sin hablar, porque viven con esta copia del otro. Son especialistas en saber si uno es auténtico o no es auténtico. Por eso, los padres deben ser objetivos, y decir que no puedo comprar esto ahora, o no lo voy a hacer porque está contra sus principios. Hay que instrumentar la comunicación para hablar de lo que no se puede hacer. Finalmente, hay que hacer un trabajo para reincorporar a los padres como figura protectoras de los hijos.
“El adulto tiene la responsabilidad de pautar y liderar el proceso de comunicación y no dejarlo en manos del niño. Debe hacerle participar, porque eso, es parte del rol de ser padre”.
“La simetría también afecta a los adultos porque se exigen más y quieren hacerlo todo perfecto; el trabajo, la comida, todo, pero deben entender y reconocer que nadie es perfecto”.
La institución “Herramientas Para la Vida” es la encargada de la visita de Messing al país y tiene como objetivo apoyar la construcción de una sociedad menos violenta, más tolerante, solidaria y respetuosa.
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