miércoles, 14 de noviembre de 2012

Cuando la relación sexual duele

Tener deseo sexual y excitación pero no lograr culminar la relación genital debido a la contracción de los músculos de la vagina es una disfunción denominada vaginismo. Esto, por supuesto, no depende de la voluntad de la mujer, sino que se trata de un acto reflejo. Esto hay que tenerlo bien claro y debe ser asumido por ambos miembros de la pareja. De hecho, las mujeres que sufren de vaginismo suelen ser totalmente deseantes y orgásmicas que no pueden controlar su rechazo muscular a la penetración, ya sea por el pene, un dedo o un simple tampón.

El problema es que el vaginismo no solo es la contracción involuntaria de los músculos del tercio inferior de la vagina, sino que quien lo padece no suele saber a qué se debe el dolor que surge cuando mantiene relaciones sexuales. Porque envuelve espasmos dolorosos de la musculatura vaginal, que pueden ocurrir durante o antes de que ocurra la penetración.

En algunos casos, las mujeres con vaginismo pueden realizar juegos sexuales y alcanzar el orgasmo siempre que no se produzca el coito.



Conceptos

“El vaginismo específicamente imposibilita la penetración y aunque es poco común, es preocupante para la mujer que lo padece”, explica el sexólogo Erland Roca Chaar.

Este trastorno sexual tiene varias causas posibles siendo estas sicológicas u orgánicas. Así como algunos profesionales aseguran que la mayoría de las causas del vaginismo son sicológicas, otros como el doctor Roca no están tan confiados en ello, porque cree que primero hay una falla mecánica para que se produzca el problema sicológico.

Y claro que es aquí donde interviene el sicólogo para descubrir la raíz del problema, dice Ingrid Saavedra, especialista en sicología, a la vez que explica: “este mal es común, pero es difícil hablarlo, generalmente las mujeres lo callan y no lo demuestran, más bien acusan de problemas en la pareja, siendo que en el fondo hay un problema de disfunción sexual”.

“Hay que ver cuál es el origen del vaginismo, con terapias que retornan a la paciente a su niñez o adolescencia y sus vivencias sexuales, se debe tomar en cuenta la concepción de la sexualidad desde el entorno familiar y a qué nivel es la comunicación sexual con su pareja. Sobre eso hay que tratarla, primero tiene la mujer que asumir la dificultad, después tiene que superar este padecimiento”, añade.

Mientras que la sexóloga Liliana Zabala explica que cualquiera que sea la causa, el vaginismo puede tener un efecto devastador en la calidad de la vida sexual de la mujer. Estas mujeres no solo encuentran muy difícil gozar de una relación sexual, sino además, la incapacidad de poder ser penetrada dificulta mucho la decisión de comenzar una familia.

Zabala también menciona que entre los factores de riesgo se puede citar que algunas mujeres son criadas con la creencia de que una relación sexual es algo malo, peligroso y sobre todo pecaminoso.

Estos tabúes culturales o religiosos dejan sentimientos de culpabilidad o vergüenza cada vez que se tiene algún deseo sexual, agrega la experta.

Asimismo, una experiencia traumática, como una violación, puede también conducir al vaginismo. Cuando la educación sexual de las niñas es inadecuada, pueden crecer pensando que es físicamente imposible penetrarlas. Los problemas con la pareja, que pueden causar ansiedad entre ambos, y esto, también pueden provocar o contribuir al vaginismo.

Tratamiento

La buena noticia es que el vaginismo es un trastorno que puede tratarse una vez que se encuentra ayuda adecuada. El primer paso es consultar a un profesional, quien le ayudará a entender qué es lo que está causando el problema y cómo solucionarlo.

Saavedra aconseja, “si la causa es sicologica, el vaginismo puede ser tratado con una sicoterapia individual o de pareja. La mujer tiene que cambiar su posición dentro de la relación, si bien dentro de la terapia implica un apoyo individual, porque individualmente le pasa algo a ella con su historia familiar, en segunda instancia deberá abordar el tratamiento de pareja.

Por su parte, Roca argumenta que nunca es tarde para buscar ayuda profesional, hay mujeres de más de 50 años que se han decidido buscar la solución a su problema y lo han logrado.

Asimismo, Zabala concluye: “Una terapia sexual puede ayudar a superar el trastorno, porque el objetivo es tratarlo para que las mujeres puedan tener un acto sexual libre de dolor y así poder romper el patrón sicosomático que acompaña a esta enfermedad”.

El tratamiento consiste en una terapia intensiva que combina educación y asesoría con ejercicios de comportamiento, los cuales comprenden contracción y relajación de los músculos del piso pélvico (ejercicios de Kegel).

Se recomiendan ejercicios de la dilatación vaginal en los que se utilizan dilatadores plásticos, lo cual debe hacerse bajo la dirección de un especialista. Esta terapia debe involucrar a la pareja y gradualmente se puede incluir contacto más íntimo, hasta culminar con la relación sexual.

Aunque, si la causa es orgánica, el profesional médico en el área determinará cuáles son las pautas a seguir para eliminar la molestia y malestar del vaginismo.

El placer es una cuestión de actitud, en la que intervienen más factores externos que físicos y el orgasmo se consigue con una práctica sexual adecuada. Por ello una vez superado el problema del vaginismo dedíquese a disfrutar. Pero como siempre, ante la más mínima duda, conviene acudir al ginecólogo, al sexólogo y al sicólogo, para que la aconseje un profesional.

Causas del vaginismo



Causas orgánicas. - La existencia de alguna cicatriz en la entrada de la vagina como consecuencia de un parto traumático, un aborto, una violación, etc.

- Insuficiencia hormonal originada por falta de estrógenos, como en la menopausia.

- Una infección causada en la mayoría de sus veces por alguna enfermedad de transmisión sexual y que hace que la vagina se inflame.

- Una manipulación brusca del clítoris durante los juegos preliminares

- Una masturbación brusca con un vibrador.

- La existencia de un tumor o una malformación congénita



Causas sicológicas.

Descartadas las causas orgánicas, se puede hablar de las sicológicas, cuyo denominador común es el temor.

- El sentimiento de culpabilidad que algunas mujeres experimentan al sentir placer, sobre todo las que fueron educadas por tabúes religiosos.

- Los traumas infantiles de carácter sexual.

- La ignorancia de la anatomía.

- La creencia de ciertos mitos de la virginidad, como el de la ruptura del himen y la sangre, sin saber que en las primeras relaciones no tiene por qué haber sangre ni dolor.

Afrodisiacos, una opción



Superado el problema del vaginismo. Hay que dedicar el tiempo necesario a la relación de pareja para que todo fluya en armonía. Todos los sentidos juegan un papel importante cuando de amor se trata, algunas personas se enamoran de su pareja con un sutil roce de la piel, otras al oler un aroma dulce y delicado, mientras que hay aquellos que caen en las redes de Cupido con una mirada o una frase halagadora.

Comidas. ¿Qué me dicen de la dichosa frase que sostiene que “el amor entra por el estomago”. Lo cierto es que no se pierde nada con investigar si de hecho cierta comida enciende la llama del amor o más bien de la atracción sexual.

Países orientales como Corea y China no se quedan atrás con sus afrodisíacos, uno de sus elixires secretos es el jengibre, que utilizan para hacer medicinas, comida, té y hasta ungüentos. Y como México no hay dos, está documentado que los aztecas tenían entre sus afrodisíacos al aguacate, mientras Moctezuma tomaba chocolate en homenaje a la Diosa del Amor. Entre otras comidas afrodisíacas y también económicas se encuentra el delicioso plátano, los tomates, las papas y el espárrago. Así también las zanahorias, el café, los higos, la miel, la piña, la vainilla y el vino.


Aromas. La aromaterapia tiene efectos físicos y síquicos, incluso en el amor. Hay olores estimulantes y sensuales capaces de despertar los deseos más íntimos. Los aceites esenciales afrodisíacos no pueden faltar en una velada romántica, puedes aprovechar su efecto para perfumar tu cuerpo, tu lencería o la ropa de cama, aromatizar el ambiente con velas o quemadores de aceites, jabones, para endulzar un baño en pareja o dar un masaje erótico.



Aromas que despiertan la pasión: La canela, con su aroma sensual y penetrante. La vainilla y el chocolate, con sus perfumes suaves, cálidos y dulces. Las almendras con su aceite para masajes. La rosa con su olor sensual y envolvente muy ligado al universo y sexualidad femenino. El jazmín, una flor de aroma seco y fresco que suele calificarse de varonil, intensifica la sensualidad. La menta y la hierba buena tienen fragancias refrescantes y revitalizadoras. Y un toque de jengibre, clavo y cardamomo, con su bálsamos muy estimulantes para despertar la libido.


Creaciones Anykar propone la línea afrodisiaca Kamasutra. El set consta de una vela roja en forma de corazón, un jabón para ella, un jabón para él, aceite sensual místico para masaje y el lubricante estimulante. Con estos productos, cumplir con el ritual de hacer el amor será toda una experiencia maravillosa. Para ello hay que iluminar y preparar el ambiente para sentir y explorar nuevas sensaciones.

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