lunes, 21 de febrero de 2011

Los mitos de los afrodisíacos

La relación entre la ingestión de alimentos y la estimulación de diversas sensaciones está rodeada de mitos que podrían tener un trasfondo científico.

El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define "afrodisíaco" como la sustancia que tiene la propiedad de excitar o estimular el apetito sexual. En atención a esta definición, se puede entender como tal cualquier alimento que se consuma con el declarado propósito de despertar o aumentar el deseo sexual.

Las ostras, el champán o el chocolate no tienen ningún nexo nutricional, ya que son alimentos de naturaleza muy distinta. Sin embargo, se consideran como alimentos afrodisíacos en tanto que se les relaciona con el aumento de la libido y la exaltación del erotismo.

Neurólogos y otros médicos especialistas, así como antropólogos, tratan en la actualidad de ampliar conocimientos y buscar una explicación científica sostenible a algunos de los mitos que asocian una cena afrodisíaca con el placer sexual.

Historia.

Dieta y la libido

La historia desvela el uso de afrodisíacos desde tiempos

inmemoriales. La creencia de que ciertos alimentos y platos son responsables en un gran porcentaje del placer sexual

ha llegado intacta hasta nuestros días. Desde el punto de vista científico, las investigaciones que han tratado de dar sentido a estas suposiciones son diversas.

En la actualidad, se conoce el rol de la dieta en el mantenimiento del equilibrio hormonal, razón suficiente para algunos profesionales sanitarios, aseguran que hay un nexo directo

entre la alimentación y la libido.

Para la investigadora Sarah Brewer, alimentos como el chocolate tienen una textura, sabor y aroma que, al introducirlos en la boca, las numerosas terminaciones nerviosas de los labios,

la nariz y la lengua reciben una información capaz de provocar ciertas hormonas y otras sustancias, como las endorfinas, que actúan sobre el estado anímico de la persona.

Más info: saborgourmet.com/ alimentos-afrodisiaco

Mitos.

Deseo sexual

Muchos de los mitos acerca de los alimentos afrodisíacos

están basados en la idea de que ciertos nutrientes, como las vitaminas o algunos minerales, pueden reforzar o estimular la función o el deseo sexual.

Las vitaminas liposolubles del huevo podrían mejorar la eyaculación precoz, el calcio del helado de vainilla crear orgasmos más intensos o el ácido fólico de los cereales integrales mejoran la circulación de los genitales en el momento preciso.

Son mitos que han suscitado la atención de investigadores, aunque queda por demostrar con evidencia científica suficiente la asociación entre estos componentes de los alimentos y su "aparente" poder afrodisíaco.

La pérdida de la libido y los problemas de pareja que provocan las dificultades fisiológicas para disfrutar del sexo han dado lugar a investigaciones que han llegado a conclusiones interesantes aunque, nada concluyentes.

Queda por tanto un largo camino por recorrer para establecer nexos definidos entre la dieta y el deseo sexual.

Beneficios.

Buena salud

En el caso de los fitoestrógenos, abundantes en legumbres como la soja, se han revelado como un coadyuvante significativo en la mejora de la sintomatología que acompaña a la pérdida de estrógenos durante la menopausia.

En algunos estudios -no en todos-, el suplemento de zinc ha supuesto una mejora de la potencia, la libido y la frecuencia

de la realización del acto sexual en hombres con problemas renales. Las ostras, uno de los grandes referentes de la cocina afrodisíaca, son muy ricas en este mineral.

Pero, éstos son algunos ejemplos de investigaciones realizadas sobre esta cuestión, que aportan resultados interesantes aunque, tal y como advierten sus autores, todavía queda mucho por demostrar.

La cocina afrodisíaca está tapizada de una larga lista de alimentos que, al margen de que generen pasión o no, cuentan con beneficios notorios para la salud.

Puntos de vista.

¿Sólo placebo?­

Al chocolate se le atribuye la capacidad de provocar la se-

creción de endorfinas, que es un estimulante natural; el ajo contiene compuestos que favorecen la circulación y el flujo sanguíneo, necesario para estimular los órganos sexuales.

Los cereales integrales y verduras varias son ricas en vitaminas del complejo B y, en concreto, las fuentes de niacina actúan como vasodilatadores y ayudan en la producción de histamina, una sustancia implicada en el orgasmo, tal y como afirma la doctora Brewer.

Por otra parte, estas afirmaciones contrastan con el pensamiento de otros muchos profesionales de la salud como Barnaby Barrat, presidente de

la American Association of Sex Educators, Counselors and Therapists, que se manifiesta con una visión más pragmática del tema y afirma que el nexo entre alimentos y la libido es más psicológico (efecto placebo) que fisiológico.

¿Quién tendrá la razón?

No hay comentarios:

Publicar un comentario