jueves, 8 de septiembre de 2011

¿Cómo le digo que creo que tiene pésimo gusto?

“Yo tenía un florero hermoso hecho por mi madre en una mesita del living. Mi novio insistía en sacarlo y su argumento era que ‘se puede romper’. Todo se puede romper si no tienes cuidado. Era más fácil decir ‘el florero no me gusta, ¿qué tal si lo cambiamos de lugar?’ y no poner excusas estúpidas”, se molestó alguna vez Analía.

La diferencia de gustos ha causado más de un problema de pareja, incluyendo rupturas. “Sutileza, eso es lo imprescindible”, agrega Libertad. “Es mejor decir: ‘Amor, me parece muy bien, pero ¿no crees que estaría mejor de esta otra forma?”. Ningún ser humano desea ser criticado, menos por su pareja. Pero la idea de estar con alguien es para aprender... no todos nacemos con las mismas cualidades, y por lo tanto, qué mejor si podemos aprender del otro cosas mejores”.

Limón en la herida
Sin embargo, a veces la sutileza de la que habla Libertad, se toma como mentira.“A los hombres, no a todos, les cuesta ser sinceros. A la hora de comer, yo escogía sushi, pero él decía: ‘¿Por qué no comemos algo que nos llene más, como un churrasco?’. Luego me enteré de que odia el sushi. Hubiera sido más sencillo si me hubiese dicho eso”, cuenta Clara.

“Como limón en la herida, la verdad arde, pero desinfecta”, sentencia Lucía. “La verdad, por muy dolorosa que sea, es siempre la mejor opción. No importa cómo la digan, con buena o mala onda, con delicadeza o no, siempre nos vamos a ofender, vamos a chillar, lloriquear y hasta patalear un rato, pero, asimismo, se nos va a pasar”.

Se debe entender que cuando de gusto se trata, todos somos sensibles. “Algo a tener siempre presente es que ese hombre que en algún momento nos pueda hacer una observación sobre nuestro gusto personal —en el ámbito que sea— es nuestro ‘amorcito’; ‘amorcito’ que nosotras escogimos y que continúa a nuestro lado por elección.

Entonces, no es para querer morirse si nos comenta algo que no nos gusta”, agrega Lucía.
“No es por nada que se dice que hablando se entiende la gente. Es mejor discutir alguna vez que estar guardándose las cosas y decirlas de la peor manera en un rato de explosión”, aconseja Lucía y la secunda Clara.

“Si bien la honestidad es lo básico, es importante saber decir las cosas. No es necesario decir: “Che, tienes un gusto patético”, sino decir: “¿Qué tal si elegimos algo que nos guste a los dos?”. En resumen, tratemos de que el limón no arda tanto.

Pestañas
Tupidas, largas y definidas, las pestañas también ayudan a realzar la mirada masculina. Si las tienes delgadas, cortas y de color ceniza, puedes fortalecerlas aplicando a diario un poco de aceite de cusi o de motacú, con cuidado de que no toque tus ojos.

Cosmética
Si necesitas ayuda extra, prueba aplicando la crema nutriente Talika en las pestañas y cejas. Además está el intensificador de pestañas para hombres Uomo, que alarga y separa las pestañas. Es una máscara en color negro muy natural y fácil de aplicar.

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