lunes, 19 de septiembre de 2011

Esa horma del zapato... sepa cómo elegirla

El tipo de calzado, el material y el número correcto, son factores que se deben tomar en cuenta a la hora de comprar un buen zapato a los más pequeños, ya que la elección adecuada permitirá evitar deformaciones en el pie del niño y por tanto problemas mayores a futuro.

Por eso es que encontrar la horma del zapato de nuestros niños se convierte en un dolor de cabeza del que en forma permanente nos quejamos los padres, pero los que mas sufren son los niños que viven en “pie propio” cuando la talla no es la apropiada.

TIENE SUS CONSECUENCIAS. Las principales consecuencias de un uso "incorrecto" de calzado en la edad infantil son deformaciones en los dedos, alteraciones en las uñas, problemas más graves como alteraciones de la marcha y empeoramiento de estas u otras patologías que ya existían de forma congénita, explica el podólogo Manuel Sánchez.

EL CALZADO IDÓNEO. Hasta los 12 meses la función del calzado es simplemente la de proteger del frío, la humedad y los roces del suelo. A partir de esta etapa y hasta los tres años es cuando se definen los arcos naturales y se debe prestar especial atención a los zapatos porque son un medio para ayudar a los más pequeños a conseguir una marcha correcta y evitar la aparición de deformaciones.


En la página 20 minutos.es explican los podólogos que el calzado idóneo es "aquel que protege el pie sin deformar la marcha, que facilita la realización normal del paso y que se adapta desde el primer día a las dimensiones del pie del niño".

PARA LOS BEBÉS. Los zapatos para los bebés solamente sirven para darles una noción de cómo se debe usarlo. "Los zapatitos para recién nacido, hasta los 6 meses, deben ser leves, delicados, cómodos y aireados, hechos de materiales como la tela, el punto, lana, piel o lona. La planta debe ser lo más fina posible para que no moleste ni roce la planta del pie del bebé", sostiene Sánchez.

LOS PRIMEROS PASITOS. A partir de los 7 u 8 meses de edad, dependiendo del desarrollo de cada bebé, empezarán a quedarse de pie, a dar sus primeros pasos. "Es ahí cuando se debe vestirlo con zapatos de aprendizaje, estos deben ser leves, hipoalergénicos, hechos con telas suaves. La única diferencia con los primeros es que deben tener una planta más forma y con base antideslizante. En esta etapa es muy importante que el calzado ofrezca seguridad, adherencia y agarre", dice el experto.

CUANDO YA CAMINAN. Cuando el bebé ya camina necesitará de un zapato con buena aireación, plantas gruesas y antideslizantes, y de peso moderado, sugiere el podólogo. Se recomiendan materiales naturales de confección, como el cuero, forro y capellada, además de un buen contrafuerte para dar estabilidad y firmeza a los pies del pequeño.

1 AL COMPRARLOS. Es importante dejar un centímetro de espacio en la punta de los zapatos infantiles para que el pie tenga sitio para crecer y tener en cuenta que con más de un centímetro el niño tampoco andará correctamente.

2 MATERIALES. Hay zapatos que son duros. Por eso, antes de comprarlos fíjese que sean flexibles y permitan la transpiración del pie. También es importante que no tengan costuras internas (que podrían provocar rozaduras) y que presenten elementos de sujeción como cordones o hebillas.

3 NO TAN GRANDE. No hay que comprar nunca un zapato de un número mayor con la idea que de que le durará más tiempo. Comprarle zapatos una talla más grande hará que el niño no mueva el pie de forma natural, lo que puede acabar provocando alteraciones de la marcha.

4 HEREDADOS. Traspasar los zapatos de los hermanos mayores no es recomendable, pues los pies son anatómicamente diferentes y cada niño tiene diferentes puntos de apoyo y una forma distinta de andar, por lo que los zapatos pueden deformarse e impedir el correcto desarrollo del pie del niño.



No hay comentarios:

Publicar un comentario