Los cientifistas hicieron convivir al gusano con una bacteria parásita, Serratia marcescens, y estudiaron las poblaciones. Aquellas con reproducción asexual acababan extinguiéndose, mientras que las otras permanecían. Según sus propias conclusiones, esto no demuestra la hipótesis, pero es un peldaño más.
El término “Reina Roja” está tomado de la novela de Lewis Carroll “Alicia a través del espejo”, segunda parte de “Alicia en el País de las Maravillas”. En la historia, los habitantes del país de la Reina Roja deben correr lo más rápido que puedan, sólo para permanecer donde están. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido.
HIPÓTESIS. La teoría de la Reina Roja, es una hipótesis evolutiva que describe la necesaria mejora continua de las especies. Explica las ventajas de la reproducción sexual a nivel de individuos. El beneficio sería la diversidad.
Las especies evolucionan y se adaptan no para mejorar, sino para no extinguirse, una carrera interminable entre presa y atacante. Y una de las formas que toma la teoría de “La Reina Roja” procede del sexo.
Al ser el hijo una combinación de los padres, la clave sería mitad la del padre y mitad la de la madre. Cada individuo tendría la suya propia que cambiaría cada generación, y habría tantas como posibles uniones existieran. El parásito tendría que descifrarla para cada uno, con lo que se reducirían las infecciones. Leigh Van Valen, responsable de hipótesis de la “La Reina Roja”, propuso lo siguiente: el sexo se ha fijado como forma de adelantarse a los parásitos (sean bacterias o virus). Éstos entran en el organismo y se aprovechan de él, pudiendo incluso causar la muerte. Por lo tanto, el ser humano necesita de otro para crear uno nuevo distinto que impida al parásito atacarle.
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