Los preadolescentes y adolescentes necesitan muchas cosas de sus padres conforme van creciendo, pero también es cierto que hay una gran cantidad de actividades que pueden realizar por ellos mismos, ya que la excesiva dependencia de sus progenitores puede resultar poco provechosa para su desarrollo integral y del futuro.
Los padres deben fomentar una independencia de acompañamiento en sus hijos, muchas veces ellos creen que están actuando en un sano juicio de protección, sin darse cuenta que cuando es en exceso puede repercutir en la vida a futuro del joven, dice la psicóloga Isabel Villagómez Flores
LAS CONSECUENCIAS. El hecho de que los adolescentes dependan excesivamente de los padres viene a ser una consecuencia de la sobreprotección de ellos mismos, dice la experta "La dependencia en ningún momento va a ser beneficiosa para el desarrollo del joven, sobre todo en el aspecto psicológico y físico", dice.
Los problemas se verán en el futuro, por ejemplo cuando se tiende a formar un nuevo hogar, ya que en este momento, dicen algunas teorías, es cuando el ser humano demuestra lo que se aprende de niño. "Entonces quienes han vivido en una excesiva dependencia cuando se casen o tengan pareja van a seguir viviendo en el mismo hogar de sus padres, en los varones muchas veces la madre está por encima de la esposa y en algunos casos la mujer se aferra a depender del esposo, sobre todo si este es autoritario, ya que para ella ese proceso es normal", añade Villagómez.
Por otro lado, en el trabajo también va a repercutir, "por ejemplo hay personas que están muchos años en el mismo trabajo por miedo a enfrentar otro mundo", dice la psicóloga. "También esta excesiva dependencia puede ser crucial cuando ocurre un caso de muerte en los padres, los chicos se sienten sin protección y pueden entrar a una depresión y esta puede conllevar a un suicidio", complementó.
¿PADRES HASTA QUÉ PUNTO? La especialista recalca que son los padres quienes a medida que crece el niño tienen que ver hasta qué punto hacer que los hijos dependan de ellos, por ejemplo: cuando va al kinder acompañarlo el primer día y luego ir dejándolos solos de a poco, ya en la adolescencia, cuando los hijos quieren salir a una fiesta es bueno acompañarlos y dejarlos en esta y volver a cierta hora que se considere prudente y que se concuerde con ellos, así se está enseñando a los hijos a ser independientes, pero con acompañamiento.
Los padres deben formar a sus hijos en personas independientes, seguras, que sean capaces de tomar sus propias decisiones, permitiéndoles que asuman sus propios retos y problemas, claro está, sin dejarlos que se les vayan de la mano, pero nunca convertirse en sus protectores, logrando que ellos comprendan "que solos sí pueden".
¿CÓMO SABER?
Cuando los hijos no pueden salir solos o incluso no pueden elegir lo que les gusta.
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