Bolivia celebra hoy el día de la amistad con encuentros, fiestas, salidas, regalos, tarjetas y, lo más importante, la alegría de ser amigos y tener el mismo sentimiento de cariño.
Hay amistades foráneas, de corto tiempo, pero las verdaderas son las que duran toda la vida, aquellas que son mucho más que una tarjeta o poema.
“Si tuviésemos que contar las experiencias que vivimos a diario con nuestros amigos, con seguridad que no acabaríamos nunca, porque las anécdotas son muchas y cada una de ellas están bien guardadas en los recuerdos”, nos dice el señor Roberto Óliver que junto a su mejor amigo de toda la vida Fidel Martínez, todos los jueves toma un café, lee los diarios y habla de sus “conquistas” en un asiento de la Plaza 14 de Septiembre.
“Son más de 40 años que cultivamos esta amistad, éramos chiquillos cuando nos conocimos, nos separamos por trabajo y nos volvimos a reencontrar hace diez años, desde entonces no la fallamos los jueves”, afirma Martínez.
Hay otras amistades como las de Rita Berríos y Tania Espinoza, que recién comienzan a conocerse pero están seguras que pasarán mucho tiempo juntas.
“Somos compañeras del colegio, nos sentamos lado a lado por coincidencia y ahora somos inseparables. Lo más importante de una amistad es la confianza y fidelidad”, cuenta Rita.
Hay quienes creen que el 23 de julio fue un invento de las tarjeterías y los comerciantes para incrementar sus ventas. Sin embargo, la mayoría de las personas consideran que es un día más para expresarle al amigo lo importante que es con palabras, hechos y un recuerdo.
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