Pantalones a la cadera o tres cuartos, calzas delgadas, poleras o zapatillas de goma son algunas de las prendas preferidas de los jóvenes que, al parecer, no sienten el invierno y piensan que estás tratando de manejar su vida si les pides que lleven una chamarra porque quieres mantenerlos sanos.
Son las 08.00, está nublado y Fernanda no termina de vestirse para asistir a sus clases de inglés porque no sabe qué ponerse. Rodrigo, su hermano, si bien se viste más rápido, enfurece a su madre porque eligió un pantalón corto y una polera de manga corta.
“Lo que no logran entender mis hijos es que hace un frío tremendo que casi marca seis grados y no es posible salir a la calle en mangas cortas, sin medias y con calzas en pleno invierno”, reclama Alejandra, madre de dos adolescentes de 13 y 15 años de edad.
“¿Cómo hago para convencerlos de que deben vestir algo adecuado y abrigado?”, se pregunta. Teme que sus hijos contraigan una gripe, bronquitis, amigdalitis o que se dañen los riñones.
Pero los jóvenes se muestran cada vez más renuentes a usar abrigos por considerar que no se ven bien. “No me gusta. No se puede jugar con un abrigo, no puedes saltar, no puedes correr”, cuenta Christian, de 12 años. Él detesta la ropa abrigada y se la quita en el colegio durante el recreo. “Es terrible, porque siempre deja olvidada la bufanda o el gorro de lana en algún lado y tengo que reñirle todo el tiempo”, agrega Lucía, la mamá de Christian.
Para muchos jóvenes, los abrigos han pasado a ser algo anticuado. El psicólogo Yesid Alarcón aconseja hablar con empatía con ellos y convencerlos de que existe ropa muy linda que les permite mantener su estilo, aún cuando ésta sea gruesa.
Por ello, es importante ir a comprar la ropa invernal con ellos. Escucha lo que tu hijo desea utilizar y busca con él algo que les convenza a ambos. Consideren no sólo que sea algo abrigado, sino que esté de moda y que se adapte a las diferentes actividades que tiene el o la joven.
Guerra constante
Los padres no deben bajar la guardia. Muchos jóvenes tratan de ganar la batalla por cansancio y, si ven que alguna vez se cede a dejarlos salir sin abrigo, parecerá que nuestra preocupación no es seria. Acostúmbralos a mostrarte cómo van vestidos antes de salir.
Para elegir
Trata de que en casa siempre haya variedad de ropa abrigada, pues por ahí alguna prenda en específico le avergüenza ante sus amigos y no quiere decírtelo. Fíjate en lo que usan sus amigos como referencia y busca texturas abrigadas sin que sean voluminosas.
Enfermedades
Nelson Urquiola, médico general, te recomienda conversar con tu hijo sobre la salud. “Es mejor llevar una incómoda chompa por unas horas que un molestoso resfriado por varios días”, ejemplifica. Los enfriamientos favorecen la infección viral y la aparición de incómodos síntomas.
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