“Yo quiero a Franco como si fuese hijo mío, tanto como a sus hermanastros”, afirma Hans Zoller, quien luego de ser “conquistado” por el hijo de su esposa decidió adoptarlo cuando éste tenía 16 años.
Zoller, actualmente separado de la madre de Franco, asegura que el joven -ahora de 25 años- lo conquistó con su personalidad rebelde y emprendedora. “Franco me recuerda mucho a mí cuando tenía su edad, por eso nos entendemos tan bien”, agregó el ciudadano suizo.
Hans y millones de hombres festejarán hoy en Bolivia el Día del Padre, celebración que se instauró oficialmente en el calendario en los años 70.
De acuerdo con Naira Guerrero, psicóloga encargada del área psicosocial del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de La Paz, muchas veces los hombres crean con sus hijastros vínculos más fuertes y profundos que los que ocurren en ciertos casos de vinculación biológica.
“En muchos casos, el conviviente o marido de la madre de los niños llega a encariñarse tanto con éstos, al punto de adoptarlos legalmente, para que lleven su apellido”, explicó.
De acuerdo con las estadísticas registradas en el Sedeges, entre un 10% y un 20% de todas las adopciones que se realizan en el departamento corresponde a esposos o convivientes de madres solteras.
“Son procesos que se dan sobre la base de la convivencia y el cariño mutuo que se crea en el tiempo”, asegura Guerrero.
Según Diego Cabezas, psicólogo especializado en adopciones y coordinador en Bolivia de la Fundación Hijos de Corazón, que brinda capacitación a personas interesadas en adoptar, este tipo de situaciones son muy beneficiosas para la gente, ya que ayudan al restablecimiento del núcleo familiar entre personas que generalmente pasaron por separaciones y otros procesos traumáticos.
“Algunos de los niños que son adoptados por las parejas de sus madres no han conocido otra figura paterna más que ellos, por lo cual se crea un vínculo y un cariño especial”, sostuvo.
Padres “adoptados”
“Yo no adopté a los niños, ellos me adoptaron a mí”, asegura Jorge Hurtado, quien desde hace dos años es legalmente el papá de los hijos de su esposa, a quienes crió desde pequeños.
Hurtado, quien lleva casado cuatro años, tomó esa decisión luego de que el mayor de los niños lo invitara al festejo por el Día del Padre de su kínder. “En ese momento me dije: ‘Son mis hijos, yo los he criado y quiero que lleven mi apellido’”.
El verdadero padre de Mario (siete años) e Iván (cinco) falleció en un accidente automovilístico en 2011, “pero nunca reconoció a los niños como suyos”, explica Sonia Morales, madre de los pequeños.
“Él (Jorge) ha sido muy bueno con mis hijos y por eso le pidieron que sea su verdadero papá”, añade Morales.
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