De uno a tres años, ese es el tiempo que se tiene que esperar para casarse. "No es una regla general, pero es lo más recomendable", dice el psicólogo y docente Eduardo Sánchez. Aunque no existen investigaciones que confirmen que el tiempo de noviazgo influye en el éxito o fracaso del matrimonio, se evidencian tendencias marcadas; la primera, las parejas que enamoran por mucho tiempo y se divorcian rápido. Están también las que al poco tiempo de enamorar se casan y tienen un matrimonio largo. Existe una fórmula que se maneja, dice el experto, que es "ser amigos mucho tiempo, enamorar poco y casarse después".
¿Por qué apuran el matrimonio? De acuerdo al experto, aquellas personas que se unen en matrimonio con prontitud es porque están seguras. "Generalmente son personas que saben lo que quieren y tienen sentimientos claros", dice.
"Sin embargo, no todas las uniones de esta índole son por este motivo, también están aquellas que se dan a causa de falta de planificación. Así también, puede que se presenten porque una de las personas quiera independizarse y salir de su hogar", comenta el experto.
¿Prefieren el noviazgo? No siempre resulta que le temen al matrimonio, aunque también existe este motivo. Sánchez resalta que algunas personas prefieren esperar el momento adecuado para dar este paso importante o simplemente "algunos son muy perfeccionistas, buscan primero ser exitosos profesionalmente, tener un buen trabajo, casa y todo lo necesario para vivir".
Agrega que otro factor puede ser la falta de compromiso, la inseguridad o simplemente algunos prefieren evitar hablar del matrimonio.
El momento indicado. Según Sánchez, más que tomar en cuenta el tiempo para contraer matrimonio, debe valorarse más la base de conocimiento y confianza que existe del uno hacia el otro. "Cuando se llega dentro de la relación a una profundidad donde ambos tienen objetivos a nivel individual y quieren iniciar un plan juntos, es el momento indicado", dice el experto. Resalta que entre las principales causas para que concluya una unión "es que se siente y se descubre que no se conoció a la otra persona".
Pero también deben tener un buen cimiento económico y el acuerdo entre las familias de las dos partes. "Lo ideal es que las dos familias apoyen a las personas que se van a casar y les presten apoyo en todas las áreas, incluso económicamente", precisa.
No puede haber una regla general, dice el psicólogo, ya que cada persona es única. La pareja debe decidir cuándo es el momento apropiado según sus sentimientos mutuos.
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