domingo, 3 de marzo de 2013

Disfunción sexual, ellas también sufren

Disfunción sexual femenina. ¿Observa algo extraño en estas palabras? Seguro que sí. La gente está acostumbrada a leer y hablar sobre la disfunción sexual masculina, pero no se puede tapar el sol con un dedo, ellas también sufren este problema.

Carolina Rivero, sexóloga de Neurocenter, explicó que disfunción es sinónimo de enfermedad, de que algo no anda bien. En ese sentido, la doctora identificó cuatro patologías que afectan a las mujeres.

No hay orgasmos. La anorgasmia es la incapacidad de llegar al orgasmo durante la relación. "Muchas prefieren fingir, complacer a su pareja amparándose bajo el argumento de: si mi pareja es feliz, yo soy feliz", describió Rivero. Según la doctora, existen muchas mujeres que llevan años con sus parejas sin conocer qué es realmente un orgasmo. "Hablan del tema, pero solo lo conocen de los dientes para afuera", sostuvo. Entre los factores que influyen para que una mujer tenga problemas para alcanzar el orgasmo están: mala comunicación sexual, la ignorancia y el miedo, la escasa o inadecuada estimulación sexual, las dificultades en la relación, las experiencias sexuales traumáticas en el pasado, los problemas psicológicos y un estado físico debilitado.

Trastorno del deseo sexual. Está asociado con la falta de deseo sexual de la mujer. Los factores que influyen para que se dé esta situación son: los cambios en los métodos anticonceptivos, cansancio, estrés, cambios de humor, obesidad, la relación con la pareja, episodios sexuales traumáticos y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas y drogas. La falta de tiempo también puede provocar una pérdida del deseo sexual. Otra razón puede ser la rutina sexual o algo en la pareja que produce rechazo. "Simple y llanamente no tiene ganas", sostuvo Rivero.

Sin excitación. "Está referido al segundo paso en una relación, lograr que la mujer se excite o que tarde un poco más", remarcó Rivero.

Cabe explicar que el clítoris es la parte sensible de los genitales exteriores que responde a las caricias, este se agranda debido a la entrada de sangre. La estructura interna de la vagina también se alarga e hincha en su parte superior para facilitar la relación. Sin embargo, algún problema físico puede dificultar o impedir que esto ocurra, si existe algo que interfiera con el flujo de sangre o las terminaciones nerviosas en la zona genital.

Dolores asociados al coito. Para el sexólogo Erland Roca, todo pasa primero por el factor fisiológico y luego por el psicológico. Los dolores asociados al coito son dos: la dispareunia y el vaginismo. "El primero es el dolor que se experimenta al sostener relaciones, mientras que el segundo se entiende como la dificultad de realizar el coito, debido a la contracción involuntaria de los músculos del tercio inferior de la vagina", indica.

¿Tienen solución? "Sí", esa fue la respuesta tanto de Roca como de Rivero, al consultar si las disfunciones se pueden curar. "Primero se debe trabajar en la información sobre la enfermedad que padezca, la ignorancia es nuestro peor enemigo", subrayó la sexóloga.

Mientras, Roca aconsejó acudir a un especialista para conocer de qué disfunción se padece y cuál sería el mejor tratamiento a seguir, "pero se debe asistir al médico adecuado".

La sexóloga remarcó una vez más que "las mujeres se deben dar el permiso de gozar".

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