En el controversial y convincente libro de Dan Abrams, Man Down (Hombre Abajo), el autor afirma (gracias a evidencia científica) que las mujeres somos mejores que los hombres en diversas áreas. Según Abrams, las mujeres evolucionamos más rápido (y más bellas) que ellos.
Manejamos mejor las emociones. El cliché dicta que las chicas devoramos kilos de helado y lloramos sin parar cuando una relación amorosa pasa por un momento difícil o termina, mientras que los hombres siguen adelante “como si nada”. Pero investigaciones demostraron que son los hombres los que sufren más durante una ruptura. Sociólogos encontraron que un romance roto tiene mayor impacto en la autoestima del hombre. ¿Por qué? Los hombres no buscan apoyo en sus amigos o familiares como lo hacemos las mujeres, por lo que es más difícil para ellos lidiar con sentimientos difíciles. En cambio, en medio del huracán amoroso o una ruptura, las mujeres elegimos una solución más inteligente: rodearnos de amigos y familiares y desahogarnos y llorar, en lugar de guardarnos nuestras emociones y tratar de convencer al mundo que estamos “bien” (como lo hacen ellos). Una encuesta online de Mind reveló que las mujeres somos más proclives que los hombres a hablar de nuestros problemas; 53 por ciento de las mujeres habla con sus amigas sobre sus preocupaciones comparado con un 29 por ciento de los hombres. Hablando del poder de la amistad femenina!
Más sanas. Ya sabes porqué ellos actúan como bebés cuando tienen un resfrío o les duele la pata—las mujeres tenemos sistemas inmunes más fuertes que los hombres. Cuando se liberan batallas inmunológicas al interior de nuestro organismo, las mujeres tenemos un arma secreta: el estrógeno. Un estudio de la Universidad de McGill indicó que esta hormona femenina nos da mayor fuerza cuando llega el momento de luchar contra infecciones. Y es que el estrógeno confronta una enzima que a menudo detiene la defensa contra bacterias y virus.
Más morales. Las mujeres tenemos mayor moral; y las mayores de 30 años tienen valores más fuertes, según un estudio que demostró que las mujeres solemos tomar decisiones basadas en cómo éstas impactan a otros, mientras que los hombres tienen un acercamiento más individual y egoísta.
Más inteligentes. De acuerdo a un estudio que realizó tests de Coeficiente Intelectual alrededor del mundo, las mujeres tienen un CI más alto que los hombres. El investigador James Flynn revisó los CI de personas en Canadá, Europa, Argentina, Estonia y Nueva Zelanda… y las mujeres salimos ganando.
Comemos más sano. Una encuesta realizada en más de 14,000 personas realizado por la Universidad de Minnesota encontró que las mujeres comemos alimentos más saludables que ellos. Mientras que ellos son amantes de la pizza y la carne roja, las mujeres comemos más frutas y vegetales. Este dato es obvio, pero te lo decimos para que no te sientas tan mal cuando comas tu chocolate favorito.
Vivimos más tiempo. Entre la población mundial mayor de 100 años, 85 por ciento de los centenarios son mujeres, de acuerdo a un estudio del New England Centenarian. En general las mujeres continuamos viviendo de cinco a diez años más que los hombres.
Mejores CEOs. Una investigación realizada por Jack Zenger y Joseph Folkman publicada en la revista Forbes, basada en un estudio realizado en 7,280 líderes en diferentes posiciones, encontró que las mujeres ganan a los hombres en todas menos una de las 16 competencias de liderazgo; y en 12 de 16 de ellas las mujeres ganan por un margen significativo.
“En todos los niveles las mujeres fueron calificadas como mejores líderes que los hombres, y mientras más alto el nivel gerencial, más grande la diferencia”, explicó Folkman, asegurando que las mujeres construimos mejores equipos, somos más queridas y respetadas como gerentes, combinamos nuestro pensamiento intuitivo con el lógico y estamos más conscientes de las implicaciones que tienen nuestras acciones y los demás…
Asimismo, hay otros estudios que indican que las compañías que tienen mayor representación femenina en rangos gerenciales son más rentables y tienen empleados más productivos. La pregunta es, ¿por qué siguen habiendo más hombres gerentes que mujeres, especialmente en los niveles más altos? Según explican los investigadores, las mujeres no tienen una visión estratégica para avanzar en sus carreras, mientras que los hombres piensan más en el futuro de sus carreras. Las mujeres nos concentramos solo en el trabajo y la posición actual; pensamos que el trabajo duro (la meritocracia) nos traerá resultados, lo que es admirable pero no acertado. Pues se necesita más que eso: contactos, lobbying, crecer fuera del trabajo, etc. Y eso es lo que hacen ellos para trepar la escalera corporativa.
Invertimos mejor. Un estudio de 100,000 portafolios demostró que las ganancias de las inversiones realizadas por mujeres son mayores que las de los hombres: de 18 a 11 por ciento más. Esto es porque en general las mujeres solemos ser más cautelosas con nuestras decisiones de inversión y pensamos más a largo plazo.
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