Jueves, 22 pm ¡Sexo!... son palabras que tal vez no figuran en la agenda palpable de Susana, pero sí en su cabeza. Lo que sucede es que esa pasión que sentía cuando recién se casó, de la noche a la mañana se esfumó, al menos así lo siente ella, "Para mi esposo todos los jueves 'toca' y siempre es lo mismo, a veces no siento ganas y por más que ponga excusas... hay que hacerlo porque es el día indicado. ¡Todo se ha vuelto tan mecánico!...", lamenta.
Planificar o no. Hay claros argumentos en ambas posturas, aunque para los expertos la sexualidad y la rutina son dos conceptos que nunca deberían ir juntos; pero sí el erotismo y la creatividad. En opinión de Oliver Silva, terapeuta de parejas del Centro Médico Siraní, "el sexo debe ser espontáneo porque si cae en lo mecánico pierde su encanto, en cambio, si se da de manera natural, puede ser más satisfactorio, además hay que tener en cuenta que viene a ser la satisfacción de una necesidad placentera y fisiológica".
Pasión que se apaga. Hay parejas que prefieren dejar este problema bajo las sábanas. Ocurre que la misma rutina o no buscar nuevas situaciones para divertirse con el sexo va quitando condimento a los encuentros y los convierte en algo mecánicos, según la sexóloga Liliana Zabala. "Muchas veces nos olvidamos de los detalles románticos y la relación se va enfriando hasta llegar a la infidelidad o el divorcio".
Placer natural. Tampoco es que la planificación esté vetada. Para Silva, cuando se utiliza como parte de la sorpresa, vale en una cena romántica por ejemplo, pero cuando ésta se hace repetitiva (todos los jueves), llega a perder el encanto. "El sexo uno lo puede tener a primera hora de la mañana, en la tarde, todos los días, en la cocina, en el auto; cuando es natural se disfruta más".
Mantén la llama encendida. Cada pareja tiene su mundo pero para evitar caer en la rutina, Zabala recomienda hacer actividades como en las primeras citas de enamorados: estimular el deseo, usar juegos preliminares y por qué no, cumplir ciertas fantasías picantes, entre otras cosas.
No hay por qué privarse del sexo
Muchas parejas determinan qué días sí y qué días no pueden tener sexo; sin embargo, esta es una situación que le quita lo espontáneo y se corre el riesgo de que el sexo se convierta en algo mecánico, predecible y tedioso, peor aún, puede tornarse en una situación fría que va a perder el encanto de la sorpresa. Es así que, para mantener el equilibrio de placer sexual con la pareja, tendríamos que ser totalmente espontáneos y tomar en cuenta que el sexo es una necesidad que debe satisfacerse y que no debemos privarnos, hacerlo sería como privarnos de comer, entonces es ahí que deberíamos practicarlo cuando lo deseemos y lo necesitemos, las veces que sea necesario, siempre y cuando sea consensuado con la pareja.
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