Desde el segundo que te excitas hasta ese “brillo resplandeciente” post sexo, tu cuerpo está pasando por una serie de cambios increíbles para asegurarse de que experimentes el máximo placer. Te impresionarás aprendiendo lo que sucede mientras tú estás disfrutando con tu pareja.
1 Todo es sexy. Todas sabemos qué cosas básicas nos encienden (Brad Pitt y besos en tu cuello), pero en realidad nos excitan muchas cosas más. Investigadores de la Universidad Queens en Kingston, Ontario encontraron que aunque las mujeres heterosexuales son excitadas por imagenes de hombres, de hecho, su excitación fisiológica (el flujo de sangre a su zona “V”) cuenta otra historia. La mayoría de las mujeres en el estudio se sintieron excitadas por todo estimulo sexual que vieron (desde cuerpos femeninos a sexo entre mujeres), mientras que la excitación masculina es mucho más predecible. El punto es que las mujeres tenemos la habilidad de excitarnos por mucho más cosas, a diferencia de ellos.
2 Nada te asquea. Hay una razón por la que no te molesta ni te da asco el sudor, cualquier tipo de fluido y demás cosas cuando tienes relaciones sexuales. Y es que cuando estás excitada eres menos propensa a sentirte asqueada durante el sexo, de acuerdo a un estudio publicado en el journal online PLOS One.
3 Tu cerebro en cada caricia. Muchas cosas suceden allí arriba, más de lo que crees. Investigadores de la Universidad Rutgers usaron imágenes por resonancia magnética para estudiar exactamente qué sucede en tu cerebro cuando estás excitada. Encontraron que diferentes regiones cerebrales son activadas como respuesta a la estimulación de la vagina, el cérvix, el clítoris y los pezones. Además descubrieron por qué nuestra mente es crucial para la excitación: estimular varias áreas del cuerpo (y por ende, el cerebro) al mismo tiempo puede llevar a un final mucho más explosivo.
4 Un centro de placer que crece. Cuando estas excitada tu vagina literalmente se expande, haciendo espacio para tu pareja. El tamaño (longitud) de tu vagina mide alrededor de 8 centímetros, pero puede expandirse hasta el 200 por ciento cuando estas excitada, explica Debby Herbenick, PhD, autora de Because It Feels Good (Porque se siente bien). Y si estás con una pareja bien dotada, tu útero se eleva un poco más, permitiendo aún más espacio.
5 Sientes menos dolor. Hay una razón por la que morder o jalar el cabello durante el acto sexual no duele tanto: tu umbral de dolor puede incrementar de manera significativa durante la excitación, de acuerdo a un estudio publicado en el Journal of Sex Research. Mientras que esto hace que la penetración sea más cómoda, Herbenick advierte que muchas personas dicen que se hacen daño, pero no se dan cuenta hasta después de las relaciones sexuales. Cuando una mujer alcanza el orgasmo, segrega una endorfina que elimina el dolor. Así que si te duele la cabeza, el sexo será tu mejor cura.
6 Tus pechos cambian. Como resultado del incremento de flujo sanguíneo al área, notarás que tus pezones están erectos y un poco más oscuros de lo usual. Investigaciones demostraron que los pechos de algunas mujeres se hinchan durante la excitación y en realidad aumentan de tamaño. Según un estudio realizado durante la actividad sexual, tu pecho aumenta cerca del 25 por ciento y los pezones se agrandan: hasta 1.5 cm.
Por otro lado, la estimulación de los pezones activa las mismas regiones cerebrales que la estimulación clitorial y la penetración, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Rutgers.
7 “Se esperaba que la estimulación activara las áreas del pecho en el cerebro. Pero también activa las áreas eróticas”, dice Barry Komisaruk, Ph.D, agregando que la estimulación del pezón puede intensificar el orgasmo.
Sé generosa. Enfócate en lo que le gusta a tu pareja, pues incrementa tu excitación sexual. Investigadores estudiaron la disposición que tenemos por satisfacer las necesidades sexuales de nuestras parejas (en parejas comprometidas). Se encontró que los amantes “generosos” reportaron niveles mucho más altos de excitación diaria y más deseo por su pareja que las parejas menos generosas.
Además los efectos son a largo plazo, pues cuatro meses después del estudio, las parejas que eran generosas en la cama no experimentaron ni un bajón en el deseo, como las personas que no eran generosas. “Saber que puedes satisfacer a tu pareja y excitarlo, refuerza tu autoestima”, dice Ian Kerner, PhD, y autor de libros de sexo. Y ese autoestima sexy junto a una pareja excitada, resulta en sexo increíble.
Pero la clave es que la generosidad sexual sea cosa de dos, y que ambos busquen satisfacer a la pareja.
8 Tu cuerpo se ruboriza. Estudios demostraron que la temperatura facial y corporal incrementa durante la excitación, lo que explica ese tono rosa y saludable que toma tu piel cuando tienes sexo, como si hubieses aplicado un “blush” en un tono halagador, lo que resulta en un buen “beauty look”, atractivo para el sexo opuesto.
9 Tu mente se relaja. Si sientes que tu mente deja de funcionar durante el orgasmo, estás en lo correcto. La amígdala, la parte del cerebro involucrada en el miedo y la ansiedad, se apaga cuando una mujer tiene un orgasmo, de acuerdo a un estudio de la Univerisdad de Groningen de los Países Bajos. Incluso los movimientos corporales que realizas durante el orgasmo son totalmente inconscientes, de acuerdo a imágenes cerebrales.
10 Tu vejiga entra en pausa. Cuando alcanzas el clímax, tu cuerpo segrega una hormona antidiurética, que es porque muchas veces no puedes hacer pis inmediatamente después del sexo. Pero no te aguantes mucho tiempo, expertos advierten que hacer pis después del sexo ayuda a prevenir infecciones del tracto urinario.
11 Te pone de excelente humor. El sexo segrega químicos como la dopamina y oxitocina. Estos poderosos químicos disparan el centro de recompensa del cerebro para mejorar el humor y hacerte sentir fantástica—lo que los convierte en un paliativo natural del estrés.
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