Será por los referentes de las películas “porno” o quizás realmente una cuestión de higiene pero, según un sondeo realizado por H, siete de cada diez hombres prefieren que las mujeres se rasuren casi por completo el vello púbico. “Mantener el vello muy al natural ha quedado en los años 80”, dice uno de los consultados. “Me decepciona ver una mujer con el vello muy crecido, me baja la libido porque me da una sensación de poca pulcritud”, comenta otro de los participantes en el sondeo. A un pequeño porcentaje de los hombres consultados (dos de cada diez) le gusta un poco de vello y mejor si está recortado en alguna forma creativa y a un porcentaje todavía menor (uno de cada diez) le gusta el vello pero con un buen mantenimiento.
La mayoría de las respuestas respecto al vello rasurado se referían a la higiene, pero también a la estética del mundo de la pornografía, en el que los vellos púbicos han dejado de existir, quizás la última película con censura que mostraba vello púbico fue “Garganta profunda”, allá en los años 70.
AL OTRO LADO DEL GÉNERO, las cosas son un poco diferentes, el sondeo de H reveló que de cada diez mujeres seis quieren hombres con todos los vellos corporales bien puestos, pero con un mantenimiento regular, lo que significa, según las consultadas, que haya un recorte permanente del vello púbico sobre todo.
Sólo cuatro de cada diez mujeres prefieren a los hombres totalmente rasurados, en cuanto a las razones, pues son muy similares a las que expusieron los hombres, da una sensación de mayor higiene y facilita las cosas para el sexo oral.
Las mujeres fueron muy claras sobre los vellos que los hombres deben eliminar, por ejemplo los de la espalda están vetados en la totalidad de las consultadas, del mismo modo que los de las orejas y nariz. También es importante recalcar que los vellos favoritos para ellas son los del pecho, brazos y manos. Respecto a la barba, existen opiniones encontradas.
PARTE DEL EROTISMO. Pero, como nos enseñaron en primaria, los vellos corporales tienen una función y si hablamos específicamente de los púbicos femeninos, nos encontramos con que “durante la excitación sexual el vello púbico mantiene el aroma que acompaña las secreciones vaginales y esto se suma al placer erótico sensorial”, como afirman Robert Crooks y Karla Baur en el libro “Nuestra sexualidad”.
De todas maneras, ya sea por moda o higiene, se ha impuesto cuerpos lampiños, lo que implica la eliminación total o parcial del vello púbico. Desde el punto de vista médico, esto no supone ningún problema, a menos que existan pelos encarnados o que surjan irritaciones y procesos alérgicos, según datos de la revista Muy Interesante.
La sexóloga estadounidense Bárbara Keesling, asegura que el mismo hecho de afeitarse los genitales puede resultar muy erótico y que de esta manera el sexo queda expuesto, lo que además permite experimentar nuevas sensaciones. La especialista recomienda ser muy cuidadosos a la hora de rasurarse, usando abundante espuma y buenas cuchillas, porque se trata de zonas muy delicadas, por lo tanto propensas a infecciones.
PELUDAS CURIOSIDADES
Rizos
Según datos de la revista Muy Interesante, la forma rizada del vello púbico responde a la presencia de hormonas –estrógenos y testosterona– en la sangre.
Funciones
En su libro “La mujer desnuda”, el etólogo Desmond Morris señala tres posibles utilidades. La principal es la señal visual. En las épocas primitivas de desnudez, habría sido el indicador de la madurez reproductora en la mujer. La segunda función es actuar como trampa de olores, y en tercer lugar, sirve como amortiguador entre la piel del varón y de la hembra durante el acto sexual, ya que protege de la abrasión al delicado monte de Venus.
Evolución
A lo largo de su evolución, el ser humano se ha ido haciendo cada vez más lampiño y en la actualidad sólo conserva grupos de pelo en determinadas zonas sensibles del cuerpo. Su función no es otra que protegerlas de las agresiones, como los traumas y la insolación; y de las infecciones. Precisamente todo esto es lo que hace el vello púbico, además de servir de reclamo erótico.
Instinto
Ambos sexos se sienten atraídos por la pilosidad que rodea los genitales; las caricias en esta zona pélvica desata reacciones voluptuosas. En el caso del vello púbico femenino, aparte de proteger los delicados tejidos de la vulva, tiene la función de acumular el olor que desprenden las glándulas de la región genital y que sirven para que la pareja verifique si ella está lista para el coito y la reproducción.
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