“Yo no sabía que tenía una hija. Cumplió 18 años y nació cuando yo tenía 22, fruto de una relación eventual que tuve de forma irresponsable”, lamenta Carlos (nombre ficticio) quien tiene tres hijos y diez años de matrimonio. “El miedo a afrontar las cosas por ser muy joven, problemas migratorios o legales, estudios o desconocimiento del tema, como en este caso, pueden llevar a algunos hombres a alejarse de sus hijos”, dice el psicólogo Carlos Velásquez. Sin embargo, con los años, aparece la necesidad de restablecer los lazos perdidos.
Eso ocurrió con Carlos, que en un viaje conoció a una joven y la dejó embarazada sin saberlo. “Trabajo en un lugar público, así que casualmente volví a verla y días después, me contó que había quedado embarazada y que ya no pudo encontrarme”, comenta Carlos.
La psicoterapeuta Scherezada Exeni asegura que los padres deben confiar en que los hijos siempre están dispuestos a perdonar, “a no ser que algún adulto les haya hablado mal de ellos”. Ambos especialistas comparten algunos consejos para tratar de restablecer esta relación, haciendo hincapié en que lo más importante es respetar el espacio actual del hijo, y aceptarlo tal y como es.
Muestra buena apertura
Muéstrate abierto para escuchar lo que piensa tu hijo de ti. Al actuar de esa manera, él tomará tu ejemplo y te escuchará también. Es posible que tenga información equivocada y que eso lo lastime. Quizá aclarándole sus dudas puedas reducir el dolor que ahora siente. Por eso, la apertura entre ambos es clave para que puedan entenderse. No olvides que el maduro eres tú, así que ten mucho cuidado con lo que dices.
Ármate de paciencia
Reúne valor y paciencia para hablar con tu hijo si tus verdaderas intenciones son las de restablecer la relación con él. Quizá no comprenda todavía las razones que te llevaron a vivir alejado de él, lo que le generará enojo, rabia y rencor hacia ti. Es fundamental que como progenitor puedas controlar tus respuestas y que éstas estén bien pensadas para no herirlo. El tiempo cura, así que deja que tu hijo reflexione.
Se persistente
Si apareces de pronto en la vida de ese niño que lleva tu sangre, pero que nunca te vio, no pretendas que de pronto te reciba con un gran abrazo. Intenta una y otra vez, la persistencia te ayudará a que se dé cuenta de que tienes interés en ganar y recuperar su cariño. Debes tener tino para conseguir una cita con él, piensa bien antes de invitarlo a salir o pedirle que te reciba. Averigua sus preferencias y según ello, haz la cita.
Busca espacios adecuados
Busca alguna actividad divertida que sea de su agrado y en la que puedan participar ambos. Por ejemplo, puedes invitarlo a ver un partido de fútbol de su equipo favorito, o a ver una película que le guste mucho. Intenta también llevarlo a comer su platillo favorito o tomar un rico helado. Busca un espacio en el que él se sienta a gusto, no importa que tú te sientas incómodo. Ya habrá tiempo para ti.
Separa las cosas
Si te alejaste del niño por problemas con su madre, aprende a separar las cosas. Que hayan roto la relación de pareja, no tiene nada que ver con el niño. Si fuiste capaz de tener un hijo, pues debes responder con él, no sólo económicamente, sino también afectuosamente. Ésta es la parte más importante, así tu relación no se fracturará y podrás acompañarlo en su crecimiento y él contará contigo.
Escucha sus demandas
Es vital que atiendas las demandas de tu hijo sin importar la edad en la que vuelvas a verlo. Si ya es joven, puedes ayudarlo en términos de emprendimientos. De todas maneras, no creas que ofreciéndole esta ayuda económica lo tendrás ganado. Sé inteligente e intenta ser su amigo: confíale cosas que no le cuentas a nadie. Ve la manera de decirle que para ti, él es alguien importante en tu vida y que necesitas de él.
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