El miedo que todos tenemos en la pareja es cuando pasamos a ser tres: ella, él y la monotonía.
Antes incluso de formar la pareja, en esos primeros momentos donde nuestro cuerpo está completamente alterado solamente con pensar en esa persona tan especial, nos encontramos en un mar de estímulos que nos mueven cuerpo y mente, nos sentimos especialmente vivos.
Por supuesto que estas emociones no pueden durar toda la vida, porque en realidad es como una situación de estrés, donde tenemos activados demasiados sistemas de nuestro cuerpo y esto no puede perdurar en el tiempo ya que perjudicaría nuestra salud física y mental. Así que sabiendo esto debemos aprender una serie de estrategias para que cuando pase tanta actividad no sea sustituida por la monotonía.
Nuestra vida diaria suele ser ordenada, compuesta por horarios y obligaciones, pero no podemos dejar que nuestra relación de pareja entre en el mismo camino. Si llevamos un tiempo conviviendo juntos se puede llegar a una vida lineal, sin sorpresas, sin asombros y entonces la rutina entrará de lleno. Tendremos la sensación de que todo está dicho ya, que conocemos a nuestra pareja casi más que a nosotros mismos.
Será muy difícil que nos entusiasmemos por algo. El aburrimiento tiene la cualidad de apagar las ilusiones y, o ponemos algo de nuestra parte o será complicado salir adelante.
Si las dos partes de la pareja están infectadas por la falta de motivación, entonces el aburrimiento, la apatía y la desilusión convivirán con nosotros.
Los cimientos de nuestra relación se tambalean, solo tenemos dos opciones, o los apuntalamos, o dejamos que se desmoronen
CONSEJOS PARA SUPERAR LA MONOTONÍA
Lo más importante es estar los dos de acuerdo en luchar contra esta situación. Una vez llegado al consenso empieza el trabajo.
Situándonos en la línea de salida en esta carrera, tras el pistoletazo que nos indica el comienzo, vamos a saltar el primer obstáculo; cambio de nuestras actitudes interiores, las causantes principales de la monotonía. Debemos concienciarnos de nuestra capacidad para cambiar y de la de nuestra pareja.
Nos ayudará positivamente recordar que queremos cambiar nuestra situación y es por ello por lo que luchamos.
Segundo obstáculo, sorprender a tu pareja. Nos pondremos como meta sorprendernos de forma aleatoria, cada día un miembro de la pareja deberá encontrar algo para sorprender agradablemente al otro miembro. Pueden ser cosas como una cena, una charla, un juego… algo que casi asegure la sorpresa de la pareja.
Tercer obstáculo, volver a hacer cosas juntos. Normalmente cuando surge la apatía y la monotonía solemos buscar sustitutos fuera de casa, no necesariamente tiene que ser una tercera persona que rompa la relación, si no actividades de cualquier tipo.
Nosotros buscaremos la forma de aportar puntos nuevos a nuestra relación y será realizando cosas juntos, esto no implica que estemos las 24 horas del día juntos, si no que se trata de compartir tiempo libre que tengamos. Podemos ir al cine, dar una vuelta, viajar... todo lo que se nos ocurra para de este modo salir de la monotonía.
Otro punto que no debemos olvidar en cualquier momento en el que estemos en nuestra relación, será el expresar sentimientos positivos, se reforzará la confianza y el afecto. Siempre tendremos en mente que somos dos y que ambos daremos importancia a las necesidades que presentemos tanto como pareja o como individuos.
Con todas estas pautas y con un poquito de imaginación y constancia por nuestra parte podremos cambiar ese rumbo apático de nuestra relación y volver a pasar buenos momentos juntos.
Piensa que la vida es como todo, si nos centramos en una sola cosa, con el tiempo se hará monótono y perderá el interés
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