lunes, 5 de marzo de 2012

Acto sexual ¿Cuántas veces es lo adecuado?

¿Todos los días?, ¿una vez a la semana, dos, tres...? saber con qué frecuencia una pareja debe tener relaciones sexuales es un tema del que se especula mucho y la gente se informa poco. Los especialistas indican que más que la cantidad los amantes deben preocuparse de lograr encuentros que sean de mayor calidad



Texto:Ricardo Herrera F. / Fotos: Internet/ Archivo

Es un tema que se cuchichea entre amigos y amigas, pero que en la mayoría de los casos está viciado de imprecisiones, desinformación y sobre todo de falsos mitos, como aquel que señala que tener relaciones sexuales frecuentes con la pareja es el reflejo de una sexualidad plena y satisfactoria.

Grave error, dicen los especialistas, porque en el sexo la cantidad no es sinónimo de calidad. “He recibido consultas de una pareja que tenía relaciones sexuales dos veces a la semana, pero con serios problemas de insatisfacción. Otra, en cambio, tenía encuentros sexuales dos veces al mes, pero lograba momentos de mayor placer. En otras palabras, cuando hablamos de sexo no se debe medir en cuanto a su cantidad, sino por su calidad”, explica el terapeuta sexual Hugo Alejandro Velarde.

Sin embargo, Velarde señala que es una pregunta frecuente en su consulta, como es también frecuente en los comentarios entre amigos, la mayoría de ellos teñidos por las especulaciones y exageraciones, como aquellos que se jactan de no pasar un día sin tener sexo.

“Lo adecuado o lo ‘normal’ depende de cada pareja, de su forma de pensar, de que esa práctica sexual se ajuste a los valores que tengan y que ambos queden satisfechos. Por eso es importante la comunicación y eso significa hablar claro y sin vergüenzas, de cosas como qué posturas le agrada a una y otra persona, cuánto tiempo y qué partes le gusta que le acaricien, etc.”, comenta el sicólogo y agrega: “En palabras más sencillas: si se siente satisfecha o satisfecho no importa cuántas veces tenga las relaciones sexuales con su pareja, lo importante es que hayan sido placenteras”, enfatiza Velarde.

“La frecuencia es un asunto que deben pactar los amantes, sin que tenga que ajustarse a las estadísticas, sino a las necesidades de ambos”, indicó a la agencia EFE la doctora Carmen López Sosa, profesora de ginecología de la Universidad de Salamanca y autora del libro Sexo y solo sexo.

Los expertos aclaran que debe preocupar más que la frecuencia, los sentimientos de malestar o frustración que muchas parejas tienen después de un encuentro sexual, algo de lo que se habla menos, pero que afecta mucho más en la intimidad.

La idea de un mayor rendimiento sexual es algo cultural, asevera Velarde. “En nuestra sociedad muchos hombres sufren ‘el complejo de boy scout’. Es decir, creen que deben estar ‘siempre listos’ para tener relaciones sexuales. Las veces que sea y como sea”,añade.

Sin embargo, ese tipo de presión autoimpuesta lo único que logra es generar ansiedad, la que deriva en un bloqueo de la respuesta sexual de la persona.
Por el otro lado, muchas mujeres tienden a guardar silencio o tal vez a asumir el rol pasivo sin revelar a su pareja lo que desea o le disgusta de la manera en que están realizando el acto sexual. Por eso es que se insiste mucho en el tema de la comunicación. “A veces la insatisfacción tiene que ver más con lo que pensamos. Por ejemplo, hay mujeres que piensan que no deben tomar la iniciativa o no se animan a decirle a su novio o marido que pruebe otras posturas o que desean tener sexo oral, para que no piensen mal de ellas. También puede que otra crea que ciertas prácticas sexuales son pecaminosas y no son las adecuadas. En ambos casos son preconceptos que se deben hablar con la pareja”, aconseja el terapeuta sexual.

Un aspecto que también hay que tomar en cuenta es que estadísticamente, en el primer año de convivencia las parejas tienen un número mayor de relaciones sexuales que los años posteriores, en los que va decreciendo.

“No es que disminuya el deseo sexual o la calidad, porque ambas características pueden ser las mismas, el primero como el décimo año de matrimonio, lo que ocurre es que en ese primer periodo el efecto de la novedad juega un papel importante en el proceso de la exitación o en la predisposición a tener sexo. El hecho de explorar nuevas situaciones incrementa el deseo, que luego es mitigado por la rutina, el trabajo, el atender a los hijos y una serie de situaciones familiares que todavía no se han hecho presentes”, manifiesta Velarde.
Los especialistas coinciden en que para mantener viva las expectativas y tener sexo placentero en una relación de varios años es fundamental la creatividad, estimularlo a través de juegos, situaciones que rompan con la rutina y sobre todo no tener miedo a probar nuevas experiencias. De este modo puede que haya disminuido su frecuencia sexual, pero los que tenga serán más satisfactorios.

Tome en cuenta

Respuestas diferentes
Con los años la respuesta sexual va decreciendo. Un joven de 18 años puede tener una erección en segundos, mientras que un adulto de 45 o 50 años puede que tarde algunos minutos. Algo similar ocurre con las mujeres. Una joven de 18 años tendrá lubricada su vagina en segundos, mientras que una de 45 a 50 tardará minutos. Lo que no decrece es el deseo sexual, que se mantiene intacto por más que pasen los años. Esto sin embargo hace confundir a algunas personas que creen que con 50 años pueden actuar como uno de 18. Es decir, uno de 50 años no correrá los 100 metros a la misma velocidad que cuando tenía 18 años. En lo sexual siempre queremos correr los 100 metros planos a la misma velocidad.

Deseo y decepción
Según datos de la mediática sexóloga puertorriqueña, Alessandra Rampolla, el 50% de las mujeres en Latinoamérica no disfruta del sexo, el 75% no llega al orgasmo solo con el coito y más del 90% cree que la satisfacción sexual es imprescindible para una buena relación de pareja. Las cifras evidencian la contradicción que existe entre las expectativas con la realidad que vi ven muchas parejas.


Juegos previos
Los juegos precoitales son muy importantes para las mujeres. No vaya directamente a la penetración, Tómese su tiempo y estimule las diferentes zonas erógenas de la mujer. Esto permite que se excite y lubrique, preparándola para la penetración. El sexo no debe ser reducido solamente a un acto de penetración y eyaculación. Muchas mujeres expresan que los juegos precoitales pueden ser tan o más importantes que la penetración.

Conozca más
Antes de intentar satisfacer a su pareja es fundamental que conozca su anatomía. Dese el tiempo para ubicar las partes de los genitales que mayor excitación le provocan. Si no sabe dónde está todo, va a ser difícil estimularla de forma adecuada. Si algo no sabe, no tenga miedo de preguntar. Recuerde que es preferible reconocer su ignorancia a pasar un mal momento cuando pudo ser placentero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario