Los adolescentes precoses, mujeres antes de los ocho años y hombres antes de los nueve, son altos y robustos. Sin embargo, una vez que las niñas, por ejemplo, comienzan a menstruar dejan de crecer y a futuro tienen una estatura baja.
Según especialistas, existen casos muy llamativos en los que, por ejemplo, mujercitas con adolescencia prematura han llegado a crecer hasta medir sólo 1.40 metros de estatura e incluso menos.
Es caso de Nora, un pequeña que a los cinco años comenzó a menstruar y cada vez que le venía la regla gritaba: “ya viene el cucu, ya viene el cucu”, comenta la madre, una mujer orureña, que por su condición económica no pudo realizarle ningún tratamiento para evitar que su hija viva una adolescencia adelantada a tan corta edad.
Explica que la pequeña, que hoy ya tiene nueve años, ha quedado un tanto afectada porque creía que con el sangrado que le venía se moriría.
“Ahora mi hijita ya esta mejor, le he hablado sobre eso. Sin embargo, ahora tiene otro problema, ella es muy bajita para su edad. Prácticamente no ha crecido mucho desde que tenía cinco años”, comenta y agrega que algunas veces Nora se resiste a ir a las escuela porque algunos compañeros se burlan y la llaman “chata”, “enana”, entre otros calificativos.
TRATAMIENTO
Según la endrocrinóloga, Susana Rodríguez Veltzé, este problema es muy común, que puede ser evitado, si bien no en un cien por ciento, en un alto porcentaje.
Para la pubertad precoz existe tratamiento, pero mientras más temprano se inicie, el resultado será mejor. Una persona que empieza entre los seis y nueve años, puede ganar en promedio hasta 6.5 cms. de estatura. Sin embargo, los pacientes que no son tratados llegan incluso a perder dos a cinco centímetros.
Someter a un paciente a tratamiento es una decisión que toma la familia en conjunto con el especialista, ya que se debe evaluar si realmente lo beneficia. Además, hay que considerar los aspectos psicológicos y sociales derivados del desarrollo precoz y la comparación con sus pares en el colegio.
EL FÁRMACO
Según Veltzé, en el mercado farmacéutico del país existe un medicamento que se llama Decapectyl que ayuda a frenar, en el caso de las niñas, la menstruación y permite controlar el nivel de hormonas.
Sin bien el fármaco evita frenar el sangrado mensual, no impide el desarrollo del proceso de la adolescencia. El Decapectyl puede “bloquear”, en algunos casos hasta los once o doce años.
Sin embargo, el medicamento es altamente costoso. Los inyectables mensuales fluctúan entre 250 a 300 dólares, mientras los trimestrales pueden llegar a costar hasta 650 dólares.
El tratamiento puede realizarse entre nueve meses a un año, por lo que el gasto es elevado. Este hecho, hace que muchas menores se vean impedidas a realizar el tratamiento y por tanto continúan sangrado cada mes, como un adolescntes de diez u once años.
“Lamentablemente es la única alternativa que por ahora existe. Ojalá a futuro existan otros fármacos más económicos para que cualquier familia pueda acceder sin mayor problema que el actual”, agrega la endocrinóloga.
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