Aunque disminuye la intensidad de las relaciones sexuales y estas son más espaciadas después del medio siglo de vida, las parejas pueden disfrutarlas de una forma más placentera y con mayor calidad que cuando estaban jóvenes, debido al acople y a la conexión que tienen el tiempo de unión
María, de 53 años, cuenta que ahora que los hijos ya no viven con ellos, disfruta plenamente de su sexualidad en pareja. El estar solos en la casa los unió más, dado que dejaron la preocupación por los hijos y se dedican uno al otro.
“Quedarnos solos nos hizo sentir, a mi esposo y a mí, como si de pronto estuviéramos viviendo nuestros primeros años de casados y aprendimos a complementarnos mejor. Ahora disfrutamos más como pareja, pues cada cual sabe lo que al otro le gusta y tenemos mayor confianza y comunicación. En este tiempo, nos dio por romper la rutina. Hacemos el amor de todas las formas posibles y en diferentes lugares de la casa, menos en el cuarto. La experiencia fue realmente maravillosa, deseo repetirla siempre”, relata.
Testimonios
Rodrigo (59) y Bertha (55) tienen dos hijas y hace tiempo que ambas se casaron y se fueron de la casa, de tal forma que esta pareja se quedó sola, como cuando recién se casaron. Ella comenta de que una vez sus chiquillas, ya jovencitas, formaron su hogar, se dedicaron uno al otro, razón por la que su relación mejoró en todo sentido.
“Antes era un poco estresante. Teníamos que cuidarnos para que las niñas no se den cuenta de que estábamos haciendo el amor, de no hacer ruido, a veces hasta tocaban la puerta, nos interrumpían y yo tenía que salir a atenderlas y esperar a que se duerman para ver si es que podíamos continuar. En cambio ahora que los dos estamos solos podemos tener relaciones cuando y donde querramos. Puedo decir que disfruto más de mi esposo y él también afirma lo mismo, aunque tengo que aclarar que no todo en nuestra vida gira solamente en torno al sexo, hay otros aspectos que nos unen más como el amor, el respeto, la comprensión, el diálogo y la comunicación en pareja”, argumenta Bertha.
Otros casos
Sin embargo, estos testimonios contrastan con las historias contadas por Edmundo, Federico y Hugo. Ellos afirman que aunque pueden cumplir a cabalidad con su pareja, ya no logran hacerlo con la misma intensidad y el ritmo frenético propio de la juventud.
“Cuando tenía 30 años, sin exagerar, no importaba la hora ni el desvelo para estar con una mujer. Ahora no es así, lo confieso. No es que ahora sea impotente, sino que el ritmo de las relaciones ha disminuido, nada más”, asegura Edmundo.
Hugo aconseja a los varones que tienen alguna disfunción, a que vayan al médico y dejar de lado los miedos. “Yo, como profesional, decidí vencer ese tabú, y aquí me tienen, con la suerte de haber engendrado un hijo a los 61 años. Y es mío, por si acaso, con todas las de la ley. Considero que después de los 50 hay que saber alimentarse con energéticos, como por ejemplo la cebolla, que ayuda, de eso puedo dar fe”, indica.
¿A más edad, menos sexo?
Un estudio realizado por la Universidad de Chicago en un universo de 3.000 personas entre hombres y mujeres de 57 a 85 años derrumba el mito de que a mayor edad existe menos sexo. De acuerdo con los resultados, el 68% de los hombres son sexualmente activos, así como el 43% de las mujeres.
La edad no reduce el interés sexual, sobre todo en los hombres, afirma el estudio científico, que revela que la menor actividad de las mujeres se explica porque porque muchas de ellas son viudas, o su marido es mayor y sexualmente menos activo, explica el sociólogo Edward Laumann, que dirigió la investigación.
El 70% de las mujeres de 70 años no tiene pareja, frente al 35% de los hombres de la misma edad. Sólo un 28% de los hombres de 57 a 85 años afirma sentir falta de interés por el sexo.
“Esto demuestra que no todo ha finalizado después de los 50 años”, comenta
El 43% de las mujeres tienen menos interés por el sexo que los hombres, y el 23% de ellas no siente más placer con las relaciones sexuales.
Las dificultades sexuales tanto en los hombres como en las mujeres tienen muy poco que ver con la edad, resalta el sexólogo Herland Roca Chaar, puesto que las disfunciones muchas veces dependen de los problemas de salud que pueden tener, como ser la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes y el estrés que afecta tanto a las personas, esto al margen del tipo de relación que tiene la pareja.
En el Informe Janus sobre la conducta sexual, los doctores Samuel y Cynthia Janus afirman que la frecuencia con que los hombres tienen relaciones sexuales alcanza su máximo entre los 51 y los 64 años de edad, y que las mujeres son más activas después de cumplir 65 años que entre los 40 y los 60.
Sexualidad femenina
La terapeuta sexual Liliana Zabala explica que en la menopausia, y después de ella, es indispensable revisar y desarrollar otras áreas que favorezcan el manejo integral de esa mujer.
“Numerosas mujeres, cuyos hijos son adolescentes o jóvenes o que se casan y se van del hogar, comienzan recién a tener mayor oportunidad para ellas y descubren que sus experiencias sexuales reprimidas afloran con mayor énfasis, ahora tienen un toque distinto y son muy gratificantes”, manifiesta.
Atrás quedan las tensiones y la atención directa que requieren los hijos pequeños, la época en que entre el trabajo y la casa, las féminas no tienen tiempo para mirarse en un espejo y al sexo se lo elude o se llega casi de rutina.
La especialista asegura que cuando la pareja queda sola de nuevo tiene mayor espacio para sus intereses personales y para el descanso y, por tanto, se puede producir un reencuentro erótico y sensual, sin premuras, donde ambos se disponen a coparticipar, en una transferencia recíproca de goces, emociones y de ternuras sexuales.
Más espaciadas pero de calidad
Liliana indica que las relaciones sexuales en esta etapa de la vida, si bien es cierto que son más espaciadas, pueden llegar a tener mayor calidad que en los años juveniles, porque ya existe un acople beneficiado por el tiempo de unión. Además, señala, no solo conocen bien sus reacciones sino también las de su pareja.
Cabe remarcar, agrega Erland Roca, que la capacidad sexual no desaparece con la edad, simplemente disminuye su intensidad, de la misma forma como sucede con las funciones de los demás órganos del cuerpo.
Menopausia y sexo
Al respecto, el sexólogo dice que para las mujeres pensar en disfrutar a plenitud de las relaciones sexuales después de la menopausia está lejos de convertirse en una fantasía.
Similar es el criterio de Liliana Zabala, que opina que si bien se producen ciertos cambios físicos por la menopausia que afectan a la sexualidad, la capacidad de llegar al orgasmo durante la relación, no desaparece.
“La disfunción sexual es un trastorno que afecta a mujeres y hombres en cualquier etapa de la vida. Sin embargo en el caso de ellas, los cambios suelen ser más notorios durante el climaterio. La terapia de remplazo hormonal puede ayudar frente a la falta de deseo”, explica la terapeuta sexual.
El efecto que la menopausia causa en la mujer es una involución en diferentes zonas de su cuerpo: vulva, vagina, ovarios, útero, mamas y contorno corporal. Estos cambios generan una respuesta diferente al estímulo sexual, pero no es, de ninguna manera, un problema irreversible. Cuando ese obstáculo se supera, comenta Liliana, pueden encontrarse diferentes métodos de recuperación de la capacidad para disfrutar del sexo como antes. Cuando ese obstáculo se supera, pueden encontrarse diferentes métodos de recuperación de la capacidad para disfrutar del sexo como antes.
Cambios
La ginecóloga Mónica Raya explica que durante la menopausia se producen ciertos cambios en las mujeres a raíz de la disminución de hormonas, lo que provoca que el apetito sexual sea prácticamente nulo, debido a la sequedad vaginal y al dolor que causa el coito por la falta de lubricación.
Sin embargo, esta situación puede ser variable puesto que no a todas las mujeres les pasa lo mismo.
En este sentido, Liliana remarca que existen algunas mujeres que a partir del cese de la preocupación por el embarazo, experimentan una liberación que mejora el deseo y por ende la relación sexual. “En esto también puede influir el entorno por los tabúes y prohibiciones, por aquellas personas que parecen señalar a quien debería modificar su comportamiento sexual sólo por el hecho de haber cumplido el medio siglo”, comenta la especialista.
Acota que parte de la solución está en que el quien debe continuar siendo el gran respaldo de la mujer, el esposo, debe aprender a desterrar y olvidarse de los mitos relacionados con la menopausia y la ida del deseo sexual.
Beneficio del sexo
Los efectos de las relaciones sexuales producen ciertos beneficios a la mujer:
• Fuerte autoestima, porque se sienten valiosas, confían en ellas y aceptan su cuerpo.
• Cuando la relación es muy cercana y muy íntima con su pareja, conocen formas de estimularse mutuamente.
• Además, llegan a tener conocimientos apropiados sobre la sexualidad y los cambios de la madurez.
• Produce actitudes sexuales con puntos de vista abiertos sobre la conducta sexual.
• El interés sexual permite mantener la atracción física hacia su pareja.
• Participan sexualmente y se involucran activamente en la actividad sexual.
• Satisfacción sexual en sus momentos de intimidad.
• Felicidad plena por la satisfacción sexual a todo dar.
Mitos
Mucho de lo se cree respecto a la sexualidad en la edad adulta es completamente falso:
- El sexo es solo para los jóvenes. Los medios de comunicación hacen que parezca como si solo la gente joven y atractiva disfruta la vida sexual, al presentar siempre a la sexualidad-genitalidad unida a cuerpos jóvenes y hermosos. Con tales condicionamientos no es difícil que la mujer mayor crea que el erotismo para ella es algo vergonzoso. Otro factor que puede contribuir a este mito es que algunas mujeres pierden interés en el sexo después de la menopausia.
- Sexo significa relación sexual. Es erróneo creer que el acto sexual sea la única forma viable de expresar la sexualidad. Esto priva a las parejas de una excitante variedad de otros placeres. Aceptar estas ideas puede ser especialmente limitante para las mujeres, en razón a que ellas suelen requerir más que el coito para llegar a sentirse plenamente excitadas y para conseguir un orgasmo.
- La sexualidad termina con la menopausia. La pérdida de la menstruación solo marca el fin de la vida fértil. A partir de entonces, ya no se puede tener hijos, pero de ninguna manera, marca la terminación del deseo y necesidades sexuales, se ha comprobado que muchas mujeres, por el contrario, disfrutan más sus encuentros sexuales que antes y entre las razones de peso se encuentra la tranquilidad de saber que ya no quedará embarazada.
Verdades
El secreto para evitar que el tiempo menoscabe la sexualidad está en conocer algunas verdades, indica el sexólogo Erland Roca Chaar.
La mayoría de las parejas que lleva mucho tiempo de casada no cae en el aburrimiento. Durante los años en que el trabajo y los hijos son prioritarios, las parejas a menudo se hastían de su relación íntima. Pero según ciertos estudios, la frecuencia de los coitos y la satisfacción que se obtiene en ellos vuelven a aumentar cuando hay más tiempo para la intimidad, una vez que los hijos han dejado el hogar.
La capacidad sexual de los hombres no disminuye en todos los aspectos después de alcanzar su punto máximo en la adolescencia. Si el objetivo es la satisfacción, y no eyaculaciones rápidas, puede decirse que la vida amorosa se va intensificando con el tiempo. La necesidad innata de eyacular que tienen los hombres no disminuye sino hasta cerca de los 50 años. Y cuando esto sucede, la satisfacción se vuelve más accesible, pues al varón se le facilita prolongar el coito y concentrarse en obtener placer, y darle a su pareja más tiempo para alcanzar el orgasmo.
La mayoría de las mujeres no pierden el interés en las relaciones sexuales después de la menopausia. Algunas que no tienen pareja reprimen su libido. De ahí el mito de que a las de más edad no les atrae lo erótico. En ciertos estudios sobre conducta sexual se ha observado que las mujeres que tienen pareja copulan con más frecuencia después de los 65 años, edad en que se sienten más confiadas para expresar sus deseos y para tomar la iniciativa, lo cual resulta liberador también para los hombres.
La mayoría de las mujeres de edad no pierden la capacidad de alcanzar el orgasmo. El paso del tiempo no tiene efecto alguno en dicha capacidad, ni siquiera en la de experimentar orgasmos múltiples. Algunas mujeres descubren que, al reducirse su concentración de estrógenos, aumenta la facilidad con que llegan al clímax. Sin embargo, las enfermedades, el dolor, algunos medicamentos, la pérdida de la pareja y el estrés pueden interferir. Por lo tanto, si una mujer nota que su capacidad de respuesta a la estimulación sexual se debilita, debe consultar con su médico.
La actividad sexual en la tercera edad es saludable. Una cópula equivale a una sesión de ejercicio ligero. Además, el acto sexual reporta beneficios psicológicos: ayuda a prevenir la depresión, aumenta la autoestima, contrarresta el estrés y refuerza la decisión de controlar el peso.
Es poco probable que el coito provoque un infarto. Menos del 1% de las muertes por ataque cardíaco sobrevienen durante la cópula, y 70 % de esa fracción ocurre en relaciones extramatrimoniales. Un estudio en el que participaron más de 1.600 personas reveló que el riesgo de sufrir un infarto como consecuencia de las relaciones sexuales es parecido al de sufrirlo por levantarse de la cama en la mañana. Así pues, si se encuentran en el grupo constituido por más del 30% de los hombres que ha sobrevivido a un ataque cardíaco y evitan la actividad sexual por temor, consulten con su médico para que les dé luz verde… ¡y adelante!
Los problemas de erección no son inevitables, pero cuando se presentan hay formas de enfrentarlos. Entre 15 y 25% de los varones mayores de 65 años sufre una impotencia severa que el coito les resulta imposible. En la mayoría de esos casos el problema tiene causas fisiológicas, como por ejemplo efectos secundarios de algunos medicamentos como los antihipertensores o enfermedades como diabetes, cardiopatías, hipertensión, esclerosis múltiples y alteraciones vasculares.
Los investigadores han descubierto que, si una persona se mantiene sexualmente activa, ayuda a retardar el proceso de envejecimiento. Vean los efectos del tiempo como oportunidades, y no como pérdidas.”
me parece estupendo,pero este articulo tiene que aprenderselo mi mujer,porque sino no hay tu tia
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